Asun vidal elortegi Presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Navarra
Buenas costumbres
Hace ya tres semanas encontré un gatito encantador en el pueblo en el que vivo, donde los gatos realizan su efectiva función raticida. Pero este gato no era callejero, sino que pertenece al grupo de los que llamo gatoperro porque tiene las uñas de adorno y se tumba panza arriba para que les rasquen la tripa; era casero, estaba abandonado y tenía unas heridas muy feas. Como en estos momentos la Sociedad Protectora de Animales está a tope de gatitos, decidí cuidarlo en mi casa hasta que se curase. Consulté a Javier Yabar, un gran veterinario y gran persona que colabora con la Sociedad Protectora, y cuando vio las heridas y cómo se le había caído un trozo de piel de varios centímetros cuadrados me dijo que estaba claro: es la costumbre de escaldar gatos con agua hirviendo para ahuyentarlos. De ahí viene el dicho: «Gato escaldado del agua fría huye».
También hace poco más de un mes llegaron a la Sociedad Protectora once perritos de apenas dos semanas de vida. Nos los trajo la Policía Foral, que los había encontrado en una acequia. ¡Otra costumbre!
Una de mis perras la encontraron el día que nació en un contenedor de basura: eran siete hermanos, sólo dos estaban con vida porque fue en invierno, y el hermano se me murió a los doce días. Los contenedores de basura son uno de los sitios donde más animales abandonados encontramos, pero esto no es noticia. La noticia es cuando aparece un bebé en un contenedor o un abuelo en una gasolinera y se nos hiela la sangre.
Y es triste que la crueldad gratuita con los animales no sea noticia porque se ha convertido en una costumbre. Es cierto que los animales no son tan inteligentes como nosotros; por eso son víctimas indefensas, pero el dolor lo sienten exactamente igual. Los animales no tienen por qué gustarnos a todos, pero el respeto es una de las mejores costumbres.