El monte Santa Engrazia, en el valle del Urola y coronado por una visible ermita, es un destino imprescindible en las excursiones de montaña. Además del ejercicio deportivo que supone completar esta ruta, alcanzar la rocosa cima es también conocer la historia popular.

La excursión nace en Zestoa, frente al Hotel Arocena, y continúa por la carretera que asciende hasta la entrada del valle de Akoa -o Akua-, en cuya puerta se sitúa la ermita de Santa Cruz Txikia. Se continúa por el camino de la izquierda, y de nuevo se deriva a la izquierda, por sendero balizado por el PR GI-142, hasta el collado de Artamoztegi. A la izquierda queda la primera cima de Ertxin, coronada por un belén y una gran cruz. Pero Ertxin -o Ertxiña- es una modesta cordillera y la cima principal, más alta, se encuentra en el otro extremo, al SE. Llegar allí es nuestra sugerencia, camino de Santa Engrazia, objetivo principal de la salida. Se desciende al collado y se emprende, por lo que parece un terreno herboso y fácil, la travesía del cordal. Pero, ¡cuidado!, el montañero se enfrentará a un recorrido penoso y costoso para progresar: calizo y lleno de dolinas, con una hierba alta que esconde grietas naturales que no permiten confianza y exigen prudencia. Con paciencia y resignación, el montañero salvará este terreno hasta alcanzar un murete cimero, ya cerca de la airosa cima (buzón) y sobre el pueblo de Aizarna.

Para llegar a Aizarna, el «aventurero» se inclinará a la derecha por senda poco clara, donde se encuentra un poste de conducción eléctrica, hasta encontrar el ancho camino que bordea este monte y que nos conduce en pocos minutos al pueblo por la cruz del collado del Calvario.

Aizarna es una coqueta y brillante aldea que ha sabido conservar su personalidad. Parece perdido, donde el mundo se para, rodeado de humildes montañas, entre las que destaca la peña de Santa Engrazia. La ruta está balizada por el PR GI 40, que el excursionista deberá utilizar.

Tras atravesar el pueblo por su única calle y continuar unos metros por la carretera, el camino se eleva por la ladera de Egañamendi y en pocos kilómetros se acerca a la montaña. Bajo la cima se puede trepar sin sendero o bien rodeándola hasta llegar a la Benta y, desde allí, derivando a la izquierda por ancho camino carretil. Las muchas historias que guarda esta montaña son imposibles de citar aquí.

Hacia el Valle de Akoa

Para regresar proponemos una ruta que devolverá al excursionista a Zestoa por el valle de Akoa, pasando nuevamente por Aizarna. Si no se hace así, la otra posibilidad no evita una carretera que recorre todos los caseríos de la zona. Se desciende de la cima y en la encrucijada de caminos se toma la PR GI 40 hasta la ermita del Carmen, en la carretera de Erdoizta. Se deriva a la derecha para rodear el monte Ipintza, y a la altura del caserío del mismo nombre se tira de nuevo a la derecha para descender a Aizarna. (Marcas dudosas, consultar en el caserío). Una vez en el pueblo, el senderista subirá unos metros hasta el collado del calvario y penetrará en el bucólico valle de Akoa, que finaliza en la ermita Santa Cruz Txikia ya muy cerca de Zestoa, donde finaliza «el bucle».