Txotxona
Comienza programa de tarde en Tele 5 y tiene todo el verano para probar y consolidarse como la opción que sustituye al defenestrado «A tu lado», que se fue a Donostia para hacer su despedida. Nada cambia, solamente las personas y los nombres. «Está pasando» se mueve en el mismo nicho de audiencias y las busca con los mismos elementos, aunque algo menos envejecidos y desvalorizados. Por cierto a una de las asiduas de «A tu lado», aquella señora tan ansiosa llamada Aída, ha sido condenada por falsificación del DNI. Menudo personal. Su condena mayor sería que se le apagasen todos los pilotos de todas las cámaras de todos los platós.
Pero entre series, documentales, películas y programas de entretenimiento, tenemos por la mañana los encierros, con una clara sensación de haber defraudado Cuatro con las expectativas creadas en su agresiva publicidad, donde ahora solamente dejan hablar a dos durante el directo, que son muchos, y que para completar el desvarío aparece Boris Izaguirre, o sea, no saben qué hacer para buscar audiencia. Javier Solano, más sobrio que nunca, sigue a lo suyo. Pero TVE tiene mejor colocadas las cámaras en el recorrido, y utiliza tecnología más depurada y con mayor agilidad. No le dejan entrar a la plaza, pero eso es un asunto contractual y monetario, es decir un uso abusivo de una cesión municipal.
Así andaba uno viendo los noticiarios con una sucesión de sustos y reflujos, cuando aparece una de esas noticias de sociedad que funden los plomos. En Japón la moda es convivir con una, o varias, muñecas de tamaño natural, que dan compañía y suplen estáticamente las necesidades sexuales de sus dueños. Uno de ellos asegura: «Una mujer te puede dejar o irse con otro. Esta muñeca me espera dispuesta todos los días». Alucinante. Sale un operario diciendo que si fallece el dueño se hacen cargo de las txotxonas. Las imágenes que nos mostraron eran casas con inspiración de harén. Cada noche elegía a una de entre las docenas que poseía, vestidas todas con aires infantiles. Berlanga se adelantó unas décadas. El futuro parece triste. Encerrados en casa con ADSL, tele comida y la txotxona de tu vida.