Picasso pintó el «Guernica» en un tiempo récord. Del 1 al 1o de mayo se dedicó a hacer bocetos y estudios que, después, llevaría al enorme mural. En esos diez días trabajó sobre la idea del caballo, de la madre con su hijo muerto y del toro. Metido ya de lleno en el lienzo para el Pabellón de la República española en la Exposición Internacional de París, el pintor siguió experimentando en diferentes bosquejos. Dedicó sus últimos bocetos a las manos del guerrero: una, aferrando la empuñadura con la espada, y la otra, extendida y cruzada por grandes surcos. Terminó con una figura de hombre con barba y los brazos levantados, que decidió no incluir en la composición.

Picasso necesitó sólo 24 días para pintar una tela de 3,5 x 7,76 metros cuadrados de pintura al óleo, con la que denunció el horror de la guerra y dejó constancia del dolor y la destrucción.

Hace unos días viajaron a Gernika un óleo y veinticuatro de los bocetos preparatorios del famoso cuadro. Quedaron instalados en la segunda planta del Museo de la Paz -Foru Plaza, 1-. La exposición fue inaugurada ayer y podrá visitarse hasta el 30 de setiembre.

La muestra ha sido comisariada por Iratxe Momoitio, directora del Museo de la Paz, y Antonio Javier Sánchez Luengo, del Museo Reina Sofía.

La máxima representante del centro madrileño, Ana Martínez de Aguilar, aseguró ayer en la presentación a la prensa de la muestra que han cedido a Gernika una selección de gran calidad. Es la primera vez que el museo que dirige autoriza la salida de tan elevado número de bocetos para una exposición temporal. Con ello, dijo, se han querido sumar a los actos con motivo del 70º aniversario del bombardeo de Gernika, ofreciendo «la mejor selección, la más representativa y en las mejores fechas», en referencia a los meses de verano, en los que se estima que se acercará a ver los bocetos un mayor número de personas.

La esencia del cuadro

Ana Martínez Aguilar hizo hincapié en el enorme significado de los trabajos expuestos. El boceto, recalcó, contiene la inspiración, la esencia de lo que después el artista plasmará en el cuadro. Señaló que han tenido especial cuidado en que ofreciera claras referencias a la concepción y a la composición general del cuadro, así como a las figuras principales que fueron materializandose en el mismo: el caballo o la mujer llorando son iconos fundamentales, de los que se ven distintas facetas.

«Picasso decidió transformar un acto que le conmovió hondamente, como conmovió al mundo entero, en un grito de dolor, de denuncia contra la injusticia, contra la insensatez, contra la guerra, y en favor de los inocentes, poniendo de manifiesto ese clamor universal. Lo hizo despojándolo de signos concretos, dejando de manifiesto ese dolor que se produce en cualquiera de las guerras», manifestó la directora del museo madrileño.

Los bocetos se han organizado siguiendo un orden cronológico, lo que permite al espectador advertir la evolución de algunas de las imágenes más significativas del ``Guernica''.

El recorrido se inicia con un texto sobre los motivos que llevaron a Picasso a acometer este proyecto. Junto a éste, se exhiben las fotografías que Dora Maar tomó al ``Guernica'' en sus distintos estadios, mientras el artista trabajaba en la obra.

Además, un gráfico da cuenta de los viajes que realizó el cuadro hasta 1958. Allí se puede comprobar que, si bien nunca ha llegado a verse en Euskal Herria, el ``Guernica'' sí lo ha sido en Copenhague, Estocolmo, Londres, Manchester, Los Angeles, San Francisco, Chicago, Milan, Sao Paulo, Munich, Hamburgo, Bruselas y un largo etcétera de ciudades.

Los dos primeros bocetos de la exposición muestran a uno de los grandes protagonistas del ``Guernica''. Se trata de dos versiones distintas del caballo, con su lengua afilada. Ya las siguientes piezas avanzan algunos detalles de lo que será la composición final. El caballo, el toro y la madre con el niño muerto van tomando el aspecto que les otorgará Picasso en el lienzo.

Un boceto fechado el 9 de mayo apunta que Picasso tenía claro ya cómo quería que fuese el resultado final.

Especialmente conmovedores son los estudios que realizó sobre la madre con el niño muerto, idea sobre la que siguió trabajando incluso después de terminado el ``Guernica''. En la sala se pueden ver cuatro bocetos y un óleo -``Madre con niño muerto II''- que fueron realizados en los seis meses posteriores a la conclusión del famoso lienzo.

Coincidiendo con la apertura de la exposición, se editará un catálogo que recoge los textos de los máximos especialistas sobre la obra picassiana. La publicación contará con las firmas de Juan Pablo Fusi, Santos Juliá, José Luis de la Granja, Walther Bernecker, Julio Arostegui, Paul Preston, Gijs van Hensbergen y Josefina Alix. En sus páginas se han reproducido las fotografías que Dora Maar realizó al ``Guernica'' mientras Picasso trabajaba en la obra. Se trata de cinco imágenes que también están colgadas en el Museo de la Paz.