EL VIEJO TOPO Miguel Riera Montesinos
Sobre la libertad de expresión
En mis ocasionales y escasos viajes a Caracas en estos últimos años pude comprobar la grosera brutalidad con que algunas emisoras televisivas atacaban al gobierno de Hugo Chávez, y muy especialmente al presidente. (...)
Pero no se trataba sólo de eso: la actividad de esas cadenas televisivas (...) tenía un único objetivo: acabar con el gobierno bolivariano utilizando las con- sabidas armas de la agitación y la propaganda.
Se supone que los medios de comunicación están al servicio de la verdad, y que su honestidad informativa está fuera de toda sospecha. En la práctica, eso nunca es así, y los medios, cada vez más, hacen política. Eso pasa en todas partes, no tiene remedio. Pero una cosa es favorecer a determinadas formaciones políticas, incluso manipular partidariamente la verdad, y otra muy distinta llamar a la insurrección, reclamar un golpe de estado, participar en los preparativos del golpe, mentir descaradamente una y otra vez, insultar reiteradamente a presidente y ministros, etc., etc., etc. Eso era lo que hacía la RCTV venezolana, y lo sorprendente no es que no se le haya renovado la licencia; lo sorprendente es que se le haya permitido emitir en estos últimos años.
Para resumir, y para dejar las cosas claras: señores y señoras, queridos lectores, yo también hubiera cerrado la emisora. Yo, y cualquier gobierno de cualquier país civilizado. Yo y cualquier gobierno democrático.
Porque en algún momento, alguien tiene que decir basta.