El Departamento de Educación ha publicado un proyecto de decreto de currículo, que regulará la educación entre los 6 y 16 años y tiene por objeto «el desarrollo integral de las capacidades del ser humano, es decir, de las capacidades físicas y motoras, cognitivas, comunicativas, sociales y afectivas».

La gran perjudicada es la educación física, que se reduce en casi un 40%. Es decir, el alumnado de primaria y secundaria tendrá prácticamente la mitad de tiempo para el desarrollo de las capacidades físicas y motoras y la adquisición y desarrollo de hábitos de vida saludables y actividad física regular.

El Departamento de Educación dice que el centro escolar tiene que aumentarlas, si lo considera necesario, utilizando para ello, la «autonomía pedagógica del centro» y «las horas de libre disposición del mismo». Pero el Departamento de Educación debe señalar el número mínimo de horas que aseguren la consecución de los objetivos mínimos del currículo. Con las horas asignadas es ridículo hasta plantearse conseguir algún objetivo por mínimo que sea.

Las horas de libre disposición existen y han existido, y no ha habido ningún centro escolar que apoyándose en ellas haya dado ni un minuto más a la educación física. Al contrario, hay centros que han tratado de quitar.

Las horas de libre disposición, salvo excepciones coyunturales, están pensadas para reforzar los aprendizajes de carácter instrumental y la planificación de las competencias ligüísticas, porque, siendo su objeto «adecuarse al contexto socioeconómico y cultural del Centro, a las características y necesidades del alumnado, a las opciones lingüísticas y a los recursos de cada centro», es en esos aprendizajes y competencias donde se producen necesidades de centro, locales o comarcales.

En primaria: Hasta la fecha tenían una media de dos horas y media de educación física obligatorias a la semana y en todos los cursos y ahora será hora y media. Es decir, realizarán un 40% menos de actividad física. En cuanto a las horas de libre disposición, en primer ciclo eran 6 y ahora serán 5. A la educación física le quitan dos horas. En segundo ciclo, eran 4 horas y pasan a 5. A la educación física le quitan 2 horas. En tercer ciclo, eran 4 horas y pasan a 6. Aumenta en 2, que las quitan a la educación física. En resumen, las horas de libre disposición del centro aumentan en dos horas, y a la educación física le han quitado seis horas.

En secundaria tenían 2 horas de educación física obligatoria a la semana y en todos los cursos y ahora van a tener 4 horas para repartirse en los tres primeros cursos y una hora en cuarto curso. Es decir, realizarán un 37,5% menos de actividad física. Los de 16 años, un 50% menos.

Entre 1º, 2º y 3º de secundaria tenían 14,75 horas de libre disposición y ahora serán 18. A la educación física le quitan 2 horas. En cuarto de secundaria eran 4,75 horas y ahora serán 5. A la educación física le han quitado una hora. En resumen, las horas de libre disposición aumentan en 3,5 y a la educación física le quitan tres.

No se han publicado nuevos planes sobre el bachillerato, pero es lógico pensar que actuarán de la misma forma, disminuyéndola a la mitad o quitándola completamente.

Como educadores y docentes de educación física, como profesionales de la salud, como ciudadanos y ciudadanas tenemos razones para estar preocupados con la actitud del departamento de Educación y el Gobierno Vasco porque reducen a la mínima expresión la educación física y obvian las grandes contribuciones educativas que hace: En el «desarrollo de las capacidades físicas y motoras»; en el «desarrollo de hábitos saludables, el ejercicio físico y el deporte» frente al sedentarismo y la obesidad crecientes, el abandono temprano de la práctica de actividad física, etc.; para «aceptar el propio cuerpo y el de otros» frente a problemas de bulimia y anorexia, problemas posturales, etc; para «respetar las diferencias y utilizar el deporte como medio para favore- cer el desarrollo personal y social» frente a problemas de violencia en el deporte, etc.; para «la educación en la responsabilidad individual y esfuerzo personal».

Las situaciones de aprendizaje que se plantean en la educación física no se dan en ninguna otra asignatura, porque el entorno es totalmente distinto -es el único momento en que se sale del aula- y los contenidos a trabajar son específicos y requieren de unas condiciones que sólo se dan en la educación física.

Si el Departamento de Educación quiere fortalecer otras competencias (comunicación lingüística, matemática...) o áreas instrumentales, tiene que aportar más recursos (materiales, formación del profesorado, equipamientos, ratios profesor alum- no...), y no tratar de resolverlo quitándole horas a la educación física. ¡Pregunten al profesorado de esas materias qué quieren: más horas o más recursos!

El 20 de junio el Consejo Vasco del Deporte, reunido en sesión plenaria y presidido por la Consejera Dña. Miren Azkarate mostró su preocupación con la reducción de horas, hizo un llama- miento a la reflexión y solicitó al Departamento de Educación que mantenga las horas actuales de educación física.

El Plan Vasco del Deporte, aprobado por el Gobierno Vasco, establecía como uno de los retos estratégicos, «reforzar, en calidad y cantidad, la actividad de Educación Física desarrollada en horario lectivo». Evidentemente esto no se cumple. Todo lo contrario.

Desde nuestro colegio profesional estamos desarrollando distintas iniciativas tendentes a conseguir que no se reduzcan las horas y prevemos movilizaciones en septiembre, si al final se aprueba el decreto. A través de este texto queremos informar y concienciar a la sociedad.

Con todo mi respeto y aceptación por su gran aportación que hacen al deporte y a su promoción, podemos seguir hablando únicamente de las elecciones de Athletic Bilbao, de la renovación de la junta de la Real y del futuro del Alavés, de la cantera de nuestros equipos y de los fichajes, de nuestros equipos en la ABC y ASOBAL, de los torneos de pelota, la nueva temporada ACT de traineras, el tour de Francia y un largo etcétera de temas deportivos. Podemos seguir hablando y además debemos hacerlo, pero sin olvidarnos de que todos esos y esas deportistas han adquirido sus hábitos deportivos en la educación física y en los patios de los centros escolares. Y sin una educación física en cantidad y calidad adecuada hablaremos del deporte y los deportistas de los demás, pero no del nuestro.