El cadáver de María Asunción Vitorica, fallecida en Yemen por las heridas sufridas en el atentado del 2 de julio en este país, salió ayer hacia Euskal Herria, acompañado por dos miembros de la familia. Hoy se espera la llegada a Saná del avión preparado por el Gobierno español para este fin, y que partiría de madrugada en un viaje de unas ocho horas. Familiares y amigos viajarán hoy a Madrid a recibirla. Posteriormente los restos serán trasladados al tanatorio de Laudio y los funerales se celebrarán mañana o el martes en la parroquia Santa María de Amurrio, localidad de la que era natural.

Vitorica falleció hacia las 3.00, hora local, en el hospital Al Zaura, donde permanecía desde el día del atentado suicida que costó la vida a otros dos turistas vascos, cinco catalanes y dos ciudadanos yemeníes. En el mismo centro había sido intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones antes de que los médicos decidieran no someterla a ninguna operación más debido a su grave estado, razón por la que fue también la única de los seis heridos que no fue repatriada.

Concentraciones

«Lamentamos mucho su muerte, pero su estado estaba muy, muy complicado desde el primer día (..) necesitaba un milagro para sobrevivir», explicó en Saná el director del hospital, Ahmed al Ansi. Vitorica tenía una grave herida en la cabeza y permaneció doce días en la UCI, conectada de forma permanente a un sistema de respiración asistida.

La familia de Vitorica está «triste y cansada» después de esos días pendientes del fatal desenlace y, en cierto modo, su muerte ha supuesto «un alivio ya que ha llegado lo que tenía que ser», según declaró a EFE su cuñada Lucía Muguruza, portavoz de la familia.

El Gobierno de Lakua ha convocado para mañana concentraciones ante las instituciones y el Ayuntamiento de Amurrio tiene previsto aprobar un texto de repulsa por el atentado.