Iván Ramiro Parra es el único colombiano de un equipo perteneciente al Pro Tour seleccionado para la ronda gala y a partir de hoy intentará dejar alto el pabellón de un país que sólo está representado en carrera por él y por los ciclistas del Barloworld Félix Cárdenas y Mauricio Soler.

El ciclismo colombiano no tiene el protagonismo que alcanzó hace veinte años con la irrupción de un equipo en el que destacaban Lucho Herrera y Fabio Parra, que fue el ejemplo que siguió su hermano pequeño: «Empecé en el ciclismo por mi tradición familiar, cuando era muy pequeño mi hermano ganaba muchas carreras a nivel nacional e internacional y entonces siempre quise intentar ser ciclista. Me ha ido bien, he tenido suerte y resultados y por eso estoy aquí», recuerda Iván Parra en su entrevista a GARA.

Sin embargo no ha sido el apellido sino su esfuerzo el que le ha abierto camino en el pelotón. Debutó en 1997 en profesionales con el Lotería de Boyaca, en el 99 pasó al Vitalicio Seguros, en el 2001 a la Once, en el 2003 al Kelme para acabar el 2004 con el Baqué en un momento clave en su vida.

«No ha sido fácil hacerme un hueco en el pelotón -señala-. A final de 2004 me encontré sin equipo. Era muy difícil volver a Europa y me comprometí verbalmente con el Orbitel de Colombia. Entonces fue clave Gianni Savio, al que le agradezco por darme una oportunidad. Si no me la hubiera dado me habría quedado en mi país y no estaríamos hablando de esto. Cuando tuvo la invitación para el Giro del 20o5 pensó en hacer un poco más fuerte su equipo, pero los mejores corredores para febrero o marzo estaban comprometidos y corrían en sus equipos. Yo no tenía un contrato firmado con Orbitel, fue difícil porque me había comprometido de palabra con ellos, pero les explique la situación. A lo mejor sé que no estuvo bien, pero hay momentos en la vida en los que uno debe tomar este tipo de decisiones. La tomé y afortunadamente para mí fue una buena decisión porque luego gané dos etapas y volví a tener un lugar dentro del pelotón. Cuando gané llamé a la gente de Orbitel y les expliqué que por eso arriesgué y salió bien. Siempre guardo mucho respeto por ellos y es una página que quedó atrás».

Esas dos etapas consecutivas de montaña le permitieron entrar en el Pro Tour con Cofidis. Colombia sólo tiene a otros cinco corredores en el Pro Tour: Víctor Hugo Peña y el joven prometedor Rigoberto Ural en Unibet, Mauricio Ardila en Rabobank, Jaime Castañeda en Lampre y Leonardo Duque en Cofidis, cuando hace dos décadas eran muchos los colombianos que corrían al primer nivel.

Iván Ramiro Parra recuerda con nostalgia que su hermano, que en la actualidad es empresario con una fábrica que se dedica a realizar todo tipo de envases de plástico, Lucho Herrera y compañía «marcaron una época en el ciclismo de mi país. Llevan ahora una vida tranquila muy normal, pero sí que son figuras reconocidas y la gente todavía les recuerda porque sus resultados les hicieron disfrutar mucho y eso no se olvida tan fácil».

Pérdida de pasión por el ciclismo

Para explicar por qué en Colombia se ha perdido afición, destaca que «aunque en este Tour logremos un gran resultado, ya no se vive con mucha pasión. Antes eran muchas las personas que vivían el ciclismo con mucha intensidad. Ahora, por mucha afición que hay por practicarlo, hay muchísimos cicloturistas, a nivel competitivo los medios de comunicación ya no nos acompañan aquí. Los presupuestos de las mismas empresas se han reducido, hay menos esponsors, y es difícil costear el viaje de los periodistas. Hay otros deportes y el fútbol lo acapara todo, es lo más importante y hay menos espacio para otros deportes».

También falta un gran líder y además Iván Parra destaca que «ahora pasamos casi todo el año en Europa mientras que antes era un equipo colombiano íntegro el que venía aquí. Se preparaba en Colombia, hacían las carreras allí y luego venían a Europa en forma y lograban grandes resultados. Ahora es diferente porque nuestros equipos nos exigen estar aquí siempre a su disposición y no hay mucho contacto entre el público de nuestro país y nosotros».

No cree que influya en el descenso de ciclistas colombianos la peligrosidad de su país: «En cualquier parte del mundo un coche te puede pillar y puedes tener mala suerte de que un día te quiten la bici. Mi país no es tan malo como se dice. Yo vivo muy contento allí. Salgo a entrenarme sin miedo. Hay un refrán en Colombia que dice que la ocasión hace al ladrón. Si vas a un sector que no es bueno seguro que hay posibilidades de que te quiten al bici o te pase algo, pero es un buen país y cuando vamos allí estamos tranquilos».

«Puedo compaginar Giro y Tour»

Sin embargo, vive desde el 2003 en San Juan (Alicante) para preparar una temporada en la que Cofidis le pide preparar Giro y Tour. «No es mi prioridad disputar la general, pero sí brillar en las etapas de montaña. Ojalá pueda ganar alguna, pero mi obligación y objetivo siempre que haya una etapa de montaña en Giro y Tour es intentar estar adelante. En el equipo valoran eso, saben que hacer una general buena no es fácil. Ganar una etapa tampoco lo es, pero resulta más accesible y me piden intentarlo con todas mis fuerzas».

En el Giro rindió a un buen nivel y entiende que es posible compaginarlo con el Tour «si se hace una buena planificación. He corrido Criterium Internacional, País Vasco, Romandía y entre Giro y Tour sólo he tenido varias carreras de un día. Un calendario tranquilo. El año pasado me fue bien hacer las dos carreras hasta que me caí en el Tour y esa es la razón de que éste quieren que lo haga otra vez y espero que sea mejor, aunque ganar una etapa es difícil».

Se siente orgulloso de su carrera pese a que en las comparaciones familiares salga perdiendo: «Ser hermano de Fabio lejos de ser algo que me haya impedido llegar mas lejos, me ha ayudado. Siempre habrá una comparación y lo poco que pueda hacer será nada al lado de lo que consiguió el. Pero tengo una familia feliz y mi esposa y mi hijo se sienten orgullosos de lo poco o mucho que haga y ya está bien. Estoy en un gran equipo en el que me respetan, tengo una estabilidad laboral y económica y más que todo estoy contento no por mí sino por brindar esa estabilidad a mi familia. Si eres ciclista, son pocos años como profesional y hay que intentar aprovecharlos al máximo por el bienestar de mi familia».