En poco tiempo el pueblo de Azpeitia se ha sobresaltado dos veces por noticias relacionadas con la violencia sexista. Una chavala de 14 años fue agredida por tres compañeros de clase a finales de mayo, y el miércoles fue encarcelado un hombre de 54 años acusado de intentar violar a una joven sestaoarra. Tal como señaló el abogado del detenido, los hechos sucedieron el 1 de julio, cuando ambos estaban visitando la Casa Santa de Loiola. Coincidieron en el mismo piso y, según denunció la mujer de 27 años a la Ertzaintza, cuando salió de esa sala y se dirigió hacia las escaleras el agresor le siguió y trató de forzarla para que mantuviera relaciones sexuales con él. En el edificio histórico está habilitado un sistema de seguridad con cámara y gracias a las imágenes han logrado identificar al hombre.

Ante el malestar que ha provocado este nuevo episodio de violencia sexista en el municipio guipuzcoano, Izarraizpeko Sorginak Emakume Taldea y Azpeitiko Bilgune Feminista han convocado una concentración para mañana, «para que, entre todos, terminemos con las agresiones contra las mujeres».

En el acto que tendrá lugar a las 19.30 en la plaza la ciudadanía le mostrará todo su apoyo a la joven de Sestao, así como a todas las mujeres que sufren malos tratos en silencio. Izarraizpeko Sorginak Emakume Taldea y Azpeitiko Bilgune Feminista están convencidos de que estas dos agresiones no han sido las únicas que han ocurrido estos meses en el municipio: «Ni serán las únicas, teniendo en cuenta, además, que próximamente se celebrarán las fiestas patronales».

Insultos, chistes machistas, tocamientos, malos tratos, violaciones, asesinatos... En opinión de las organizaciones que han llamado a la ciudadanía a manifestarse, todos esos hechos son «consecuencia del modelo de sociedad machista que todos tenemos interiorizado».

Meditar sobre nuestra actitud

Izarraizpeko Sorginak Emakume Taldea y Azpeitiko Bilgune Feminista han incidido en la idea de que terminar con los malos tratos sexistas es responsabilidad de todas las personas, hombres y mujeres.

A su parecer, el punto de partida para cambiar la sociedad en la que vivimos es reflexionar sobre nuestro comportamiento y el de la gente que nos rodea. Tras meditar y ser conscientes de las actitudes que adoptamos habitualmente, será más fácil trabajar para que todas las personas puedan ser totalmente libres y estar tranquilas en cualquier lugar.