El PSN apura las horas para hacer su última oferta de cargos a NaBai e IUN
Cerrado ya un acuerdo programático de mínimos de siete folios, en los que se ratifica el actual estatus de Nafarroa, PSN, NaBai e IUN dispone ya sólo de horas para alcanzar un consenso en torno al reparto de cargos en el Gobierno navarro. El PSN tendrá que hacer hoy una última oferta. Sus dos socios reclaman más carteras y observan con temor la posibilidad de que el partido de Fernando Puras quiera dar cuotas de poder incluso a personas cercanas a UPN.
GARA |
Pasados ya 50 días desde que se celebraran los comicios al Parlamento de Nafarroa, a PSN, Nafarroa Bai e Izquierda Unida les quedan sólo horas para lograr un punto de consenso en torno a la única cuestión pendiente para cerrar un gobierno tripartito: el reparto de los cargos.
Desde que el día 5 de julio no se alcanzara un acuerdo y se abriera un paréntesis en las conversaciones públicas, coincidente con los Sanfermines, la pelota está en el tejado del PSN. La discusión no sólo se centra en el número de carteras a designar por cada partido, sino también en los nombres de sus titulares.
La propuesta del partido del «presidenciable» Fernando Puras que rechazaron sus dos interlocutores consistía en colocar en el Gobierno a cinco «políticos» (dos del PSN, dos de NaBai y uno de IUN) y a seis «independientes» (todos ellos nombrados por Puras).
Las delegaciones que lideran Patxi Zabaleta y Ion Erro no sólo consideran que este reparto es injusto atendiendo a que el PSN tiene los mismos parlamentarios que NaBai y menos votos que éste, sino que temen que Fernando Puras aproveche la amplísima capacidad de poder que le concede esta fórmula para «colar» a personas próximas incluso a UPN.
De este modo, no sólo quedaría desnaturalizado el acuerdo político cerrado ya entre los tres grupos, sino también el propio Ejecutivo, al que desde el inicio se etiquetó como «de cambio».
Hoy tendrán que sonar los teléfonos. El PSN se presenta dispuesto a mover algo su posición, pero sin llegar a la paridad reclamada por NaBai. Argumenta para ello que si bien ambos partidos cuentan con doce parlamentarios, el PSN representa una mayor «centralidad».
Sólo siete folios
A la espera de que se cierre o no este acuerdo de reparto de cargos, las tres partes han logrado imponer un mutismo total en torno al consenso político alcanzado al parecer ya hace tiempo. NaBai prefiere mantenerlo en secreto para el caso de que finalmente el proceso de negociación se frustrara. ``El País'' sí dio ayer algunos detalles muy genéricos del consenso. Confirman que no habrá apenas modificaciones en lo que respecta al estatus de Nafarroa, la situación del euskara o las relaciones con el resto de Euskal Herria.
El texto base, según esta fuente, sólo tiene siete folios, centrados en cuestiones sociales y de infraestructuras. Se establece que «Navarra considera una comunidad foral, con estatus jurídico-político propio y diferenciado, basado en lo político en la Constitución y el Amejoramiento y en lo económico en el Convenio Económico». En lo referente al euskara, se ratifica la actual Ley que impone la zonificación, dejando únicamente abierta la opción de adaptarla según «la realidad sociolingüística de la ciudadanía». Y en lo relativo a la cooperación con la CAV, se excluye textualmente crear un vínculo «político».
El acuerdo político tripartito no hace referencia a la falta de refrendo ciudadano del actual marco, aunque sí prevé un referéndum si en el futuro se decidiera tocar el Amejoramiento. Queda claro que no será en esta legislatura.
La ampliación extraordinaria del calendario previo a la investidura, aprobada por la Mesa del Parlamento, concluye mañana. Este órgano se reunirá y la presidenta de la Cámara abrirá la última ronda con los portavoces de los grupos para sondear si Fernando Puras tiene apoyo suficiente como para convocar el pleno.
Todo depende de lo que ocurra hoy en las conversaciones. Si hay luz verde, el pleno podría ser incluso a fines de esta semana. De lo contrario, habrá que ver si Puras es nominado también, en una especie de salto sin red. Sin descartar una nueva prórroga.