El presidente del EBB, Josu Jon Imaz, censuró ayer que «desde algunos partidos» se haya actuado «con mucha ligereza y frivolidad cuando se ha hablado de la consulta». Por eso explicó que «yo vi necesario, como presidente del PNV y, desde mi punto de vista subjetivo, poner un punto de seriedad en este debate porque este pueblo merece una corrección y no se puede actuar con esa ligereza con el futuro de este pueblo».

En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, señaló que escribió el artículo él mismo y sin comentarlo «ni con miembros del EBB ni con nadie», y subrayó que lo hizo «basándose en los textos del partido», en el acuerdo de Gobierno y en «las tesis utilizadas por el lehendakari el día de su investidura».

A pesar del semblante serio de los asistentes, entre ellos el lehendakari, que se podía observar en todas las fotografías publicadas de la reunión del EBB del pasado lunes, desde el PNV se ha insistido en que el encuentro transcurrió sin tensión. Imaz apuntó ayer que los burukides «coincidieron de alguna manera» con sus argumentos «porque lo que se dice allí coincide con los documentos realizados por el partido»

No a la confrontación

El presidente del EBB afirmó que en la cuestión de la consulta «el PNV y el lehendakari irán de la misma mano tras analizar el tema». Aseguró que los ciudadanos vascos «tendrán la palabra sin duda», porque «cuando se acaba un proceso político y se cambia un marco jurídico, es imprescindible que los ciudadanos lo ratifiquen». Aún así, afirmó que, de realizarse la consulta, serán necesarios «métodos y acuerdos» con el Estado para materializar su resultado porque, de lo contrario, se llegaría a «una confrontación» que el presidente del EBB rechaza.

En este sentido, recordó que el PNV ya propuso hace dos años la fórmula «no imponer, no impedir», según la cual, aunque las fuerzas nacionalistas tengan «seguramente» una mayoría en la sociedad vasca, «no se imponga esa mayoría y se logre un acuerdo amplio, y que, cuando se llegue a ese acuerdo aquí, no se impida su aprobación en las Cortes españolas». De esta forma, «se cumpliría la tramitación jurídica, que es imprescindible, y se evitaría el veto del Congreso, no impidiendo que se ponga en marcha el acuerdo logrado aquí», indicó.

Asimismo, consideró que, si al PSE le parecen «tan elogiables» sus opiniones, «no debería tener ningún problema» en firmar el documento sobre convivencia y normalización política del PNV o el acuerdo del gobierno tripartito, «porque coinciden con lo dicho». Así, «daríamos un gran paso adelante para solucionar los problemas».

Imaz reiteró su apuesta por el tripartito y señaló que EA y EB tienen «toda la legitimidad» para mostrar sus opiniones a la ciudadanía. Pero les recordó que el PNV lidera el tripartito y tiene la misma o más legitimidad para expresar sus opiniones.

De Ibarretxe dijo que es, de momento, el mayor activo electoral del PNV para el 2009, pero que al Gobierno le quedan dos años y de eso habrá que debatir cuando llegue el momento.