Mujeres con poder para decidir sobre su cuerpo
Los últimos informes de las Naciones Unidas vienen a confirmar lo que las expertas y afectadas consultadas por GARA corroboran. Las mujeres necesitan de medidas de igualdad para poder hacer frente al sida. Para saber protegerse primero contra la enfermedad y si, pese a todo se topan con ella, poder hacerle frente en condiciones.
Los datos, en particular los procedentes de Africa y Asia, dejan en evidencia que mientras la mujer no sea dueña de su cuerpo, no sea quien decida sobre su sexualidad, será muy difícil detener el precipitado aumento de contagios. La vulnerabilidad biológica está ahí, pero tanto o más grave para las mujeres es su vulnerabilidad social, económica y cultural. La desigualdad de género lleva a miles de mujeres, en todos los países del mundo, a someterse a pautas y comportamientos que ponen en peligro su salud. A ello hay que añadir que educada como ser asistencial, la mujer se preocupa más de velar por el bienestar de su familia que de ocuparse de su propia salud. En este sentido, la lucha contra esta pandemia obliga a pensar en global, a combinar la prevención con la educación en la igualdad, a habilitar servicios sanitarios adecuados y al acceso de todos, pero a trabajar para que las mujeres adquieran el poder de decisión que es, sin lugar a duda, la mejor vacuna contra ésta y otras enfermedades.