Maite SOROA
Y Nafarroa, en el aire
Sigue el culebrón en Nafarroa y todos los finales son posibles. El editorialista de «Diario de Noticias» daba ayer la voz de alarma: «UPN puede volver a gobernar por el mal uso que han hecho Chivite, Puras y sus asesores de los votos recibidos y aun del generoso apoyo brindado por NaBai y por IUN. UPN puede hacerse con el poder perdido por el pretexto de una razón de Estado en la que nadie cree, porque Navarra no está en peligro ni institucionalmente, ni económicamente, ni socialmente». Y tras tranquilizar a los inquietos, sentenciaba: «en este callejón sin salida en el que unos pocos han metido a tantos, se rasga por dentro el socialismo navarro mientras la derecha de siempre, la derecha extrema de UPN, recibe regocijada el obsequio. Habrá que estar atentos por si alguien resulta gratificado por tan oscura operación. En cualquier caso, nunca será bueno un Gobierno en minoría, ni será creíble un partido de la oposición que no cumplió sus promesas». Se les ve defraudados.
Luis María Ansón daba su propia explicación en «El Mundo»: «el líder del PSOE no puede darle a Rajoy la baza de un pacto con Nafarroa Bai, lo que significa políticamente allanar el camino para cumplir la exigencia indeclinable de Eta sobre la anexión de Navarra. Habrá que reconocer que esa actitud zapateril, tan oportunista, es inteli- gente y difícil».
Lo tenía más claro el editorialista de «La Razón»: «El único responsable de ello es el candidato socialista, Fernando Puras, que ha actuado de forma irresponsable e irreflexiva al negociar, primero, con Nafarroa Bai; al proponer, después, un gobierno de concentración; y al propugnar, finalmente, el adelanto electoral horas después de haber sugerido todo lo contrario. Ante semejante desatino, no es de extrañar que una parte de la dirección nacional de su partido opte por la convocatoria cuanto antes de nuevas elecciones, en lugar de la opción abanderada por determinados dirigentes socialistas, que prefieren dejar gobernar a UPN en minoría hasta las próximas elecciones generales. Con ello aspiran, de paso, a forzar también la renuncia del presidente en funciones, Miguel Sanz, con la esperanza de equilibrar un tanto la balanza a su favor. Tiene, por tanto, Navarra dos alternativas: o huir hacia adelante o dar un paso atrás. Ni en una ni en otra debería formar parte Fernando Puras (...). Por coherencia y por sentido de responsabilidad debería dimitir. O forzarle a ello su partido». A ver cómo termina el folletín.