Secuestrada la revista «El Jueves». Noticia de última hora en varios noticiarios televisivos. ¿Y las imágenes que han motivado el secuestro? En internet. Así está el asunto, en pleno siglo XXI, la Fiscalía del Estado puede encargar a un juez de cámara para que secuestre una revista y empure a sus redactores, directores o a quien se les cruce de por medio. ¿Motivos? Injurias a la Corona. Para mear y no echar gota. La Monarquía constitucionalista es heredera de aquellos tiempos y a aquellos tiempos nos remite su honor. Y tiene una Corte institucional a su servicio.

Sucede este triste acontecimiento de cercenar la libertad de expresión de una revista de humor, es decir satírica y con lenguaje de cómic, que nos da noticias del talante y del sistema democrático español, el día en que conocemos el fallecimiento tras una enfermedad neurológica de Roberto Fontanarrosa, un gran dibujante, un gran escritor, un creador de personajes míticos en las tiras periodísticas argentinas, colaborador de Les Lutiers, un amante del fútbol y que fue capaz de crear un mundo literario con forofos futboleros y que retrató a su país con trazos precisos y con una capacidad narrativa de altos vuelos. Una de las grandes plumas que miraba desde la esquina de la realidad convirtiéndola en material para la alusión y el reconocimiento del otro como portador de tus mismos genes sociales.

Por lo tanto, los nuevos programas televisivos a los que nos hemos acercado estos últimos días se nos reducen todavía más. Son insignificantes, pero contextualizados se convierten en anecdóticos, en circunstanciales, como el de Antena 3 titulado «Si yo fuera tú», que resulta ser una suerte de «Tengo una pregunta para usted», pero con famosos, y con un buen casting en los supuestos ciudadanos que preguntan de tal modo que parecen preguntadores más provocadores y con mayor enjundia que la invitada, Lucía Bosé, una tipa estupenda, pero demasiado sincera, que no pudo llegar al cinismo de un tipo vestido de vaquero que presumía de su capacidad para poner los cuernos.