Un acto simbólico inauguró ayer la XXXIII edición del Festival Internacional de Folklore de Portugalete. Más de trescientos músicos y bailarines de distintos puntos del mundo y los organizadores del evento se reunieron para plantar un roble con tierra procedente de todos los países participantes. El parque de La Florida fue testigo de esta emblemática iniciativa.

El evento comenzó con unas palabras de bienvenida para los artistas invitados, que formaron un círculo rodeando el lugar donde se plantó el roble. Una vez concluido el recibimiento, políticos y organizadores se acercaron a echar tierra en el hoyo preparado para el árbol. Después, los artistas depositaron tierra traída desde sus lugares de origen. En representación de cada grupo, una pareja por país se encargaba de hacerlo. Lo que en un principio parecía un acto institucional para recibir a todos los participantes, se convirtió finalmente en un animado y significativo aperitivo de lo que puede llegar a ser este festival.

Mezcla de tierras

Fue la pareja brasileña la primera en dejar su puñado de tierra. Lo hicieron sin parar de bailar samba y animados por el griterío y cánticos que sus compatriotas les brindaban. Más tarde, al ser preguntados por el grave accidente aéreo ocurrido en su país, manifestaron que «estamos muy afectados y haremos un minuto de silencio antes de comenzar con nuestro espectáculo para mostrar nuestro dolor».

Después de los brasileños, los albaneses, acompañados por un tambor fueron los encargados de proseguir con este ya tradicional rito. Les siguieron los chinos y mexicanos, estos últimos, ayudados de una ranchera que animó a todos los allí presentes. Los más ovacionados fueron los peruanos que, al parecer, se ganaron a la afición más ruidosa que fueron, como no, los brasileños. Los dúos de Katarstán y Uzbekistán echaron los últimos puñados de arcilla para plantar el árbol que dejará un recuerdo imborrable del paso de estos grupos por Euskal Herria y concretamente, Portugalete.

Junto al roble que han plantado estos grupos, se ha colocado una placa conmemorativa creada por el escultor portugalujo Juanjo Novella. En ella están inscritos los nombres de todos los paises participantes. El artista define así su trabajo: «La placa es una lectura abstracta de un bosque. Una obra en sintonía con mis últimos trabajos».

Esta original idea la tuvo Elai-Alai Kultur Elkartea, promotores del evento, en el año 2003. «Elegimos esta fórmula ya que los pueblos siempre han mantenido una relación intensa con los árboles», aseguró el director de la asociación, José Ignacio Beitia.

El XXXIII Festival Internacional de Folklore comenzó ayer a las 22.00 horas en el Polideportivo Municipal de Zubi-Alde de Portugalete. Junto con los dantzaris de Elai-Alai, actuaron Brasil, Uzbekistán y Albania. Hoy es el turno de México y Elai-Alai repetirá. Por último, mañana mostrarán sus danzas y músicas tradicionales China, Perú y Tarstastán. El miércoles se les podrá ver a todos ellos en en la avenida Carlos VII de la villa jarrillera. Antes de volver a sus casas estos grupos actuarán en diferentes pueblos de Euskal Herria.