El trabajador W.O.G.R., de 31 años, falleció ayer en el Hospital de Navarra a consecuencia de las heridas sufridas al caer desde una altura de nueve metros mientras procedía a la sustitución de un tejado de uralita en el polígono industrial Ordoki de Arizkun.

El suceso, según informaron fuentes de la Policía Foral, se produjo hacia las 13.55 cuando este trabajador, de nacionalidad ecuatoriana y domiciliado en Elizondo, cayó de la cesta elevadora en la que se encontraba.

El trabajador, que sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y parada respiratoria, fue reanimado por un médico y una ATS desplazados desde Elizondo y fue trasladado en helicóptero al Hospital de Navarra, donde falleció en torno a las 17.15.

Hasta el lugar del suceso se desplazaron dos patrullas de la Policía Foral, que se encargan del atestado.

Herido en Portugalete

Con la muerte de este trabajador, son ya cuatro las personas que han perdido la vida en su puesto de trabajo durante esta semana en Euskal Herria. Además, se elevan ya a 67 las víctimas mortales en lo que va de año. Por otro lado, un trabajador vecino de Portugalete, de iniciales JR.R.M., resultó herido a consecuencia de una caída desde un metro de altura cuando trabajaba sobre una escalera en la calle Cosme Echevarrieta de Bilbo. Según informó la DYA en un comunicado, el trabajador, de 48 años, sufrió este percance en torno a las once menos veinte de la mañana y fue evacaudo al Hospital de Basurto con pronóstico reservado.

Precisamente ayer se llevaron a cabo concentraciones en Gasteiz para denunciar los anteriores tres accidentes, una empleada de Carrefour en un accidente in itinere en Oion, un trabajador que apareció muerto en Cafés La Fortaleza, de Gasteiz, y un transportista que murió al caerle la carga encima en Beranturi. Batasuna denunció que «la precariedad, los altos ritmos laborales, la falta de medidas de medidas preventivas y de formación en materia de seguridad» están detrás de la elevada siniestralidad.

«Mientras los beneficios empresariales crecen y crecen, ni la clase empresarial invierte lo suficiente en materia de seguridad ni las instituciones se aplican, en materia de inspección y sanción, con la intensidad debida», añadió.