La secretaria de Estado de Inmigración española, Consuelo Rumí, señaló ayer que, «a través de las primeras entrevistas» con algunos de los supervivientes del naufragio «parece que estas personas habían salido de Guinea Bissau», lo que indicaría que, cada vez, se ven obligados a salir de más lejos, aumentando el riesgo de quedar a la deriva o de que, como en este caso, vuelque la embarcación.

En declaraciones a RNE, explicó que la mayoría de los inmigrantes son «anglófonos» por lo que «podría hablarse de que son ciudadanos de Ghana o Gambia». No obstante, subrayó que estos datos se deben tomar con «mucha precaución». «Por lo que dicen algunos de los propios inmigrantes, llevaban entre ocho y diez días en el mar», añadió Rumí. Reconoció también que hay escasas posibilidades de encontrar supervivientes.

«Aunque mantenemos todos los medios, cuanto más tiempo pasa y teniendo en cuenta la temperatura del agua, el fuerte oleaje y las adversas condiciones del mar, las expectativas son menores», manifestó.

Según comentaron los inmigrantes, en la barcaza había unas 135 personas, de las que sólo se han rescatado 48. De ellos, 36 fueron trasladados el jueves por la noche al Puerto de los Cristianos en el municipio tinerfeño de Arona. Tras ser examinados por los servicios sanitarios -algunos mostraban síntomas de dolores abdominales y quemaduras en los pies-, fueron trasladados a la comisaría de la Policía española en la Playa de las Américas para ser identificados antes de pasar a disposición judicial. Otras 12 personas llegaron ayer por la mañana a los Cristianos.

De momento, apenas hay información sobre el origen de los inmigrantes, su edad o sexo. Uno de los supervivientes, mayor de edad, preguntó en inglés por sus cinco hermanos y ocho amigos. Otro de los rescatados se interesó por una mujer y un menor de edad, «lo que hace suponer que en el cayuco viajaban estas personas», indicó Austin Taylor, coordinador de los Equipos de Intervención Rápida de Emergencias de la Cruz Roja.

En Menorca, mientras tanto, la Guardia Civil localizó en una zona de acantilados de difícil acceso una embarcación que estaba hundida por la parte trasera. Aunque en su interior no había rastros de la existencia de tripulantes, en los alrededores se encontraron «restos de ropa, tabaco y bolsas». Esta es la octava patera que alcanza las costas de Baleares. El jueves, 13 inmigrantes fueron interceptados a bordo de un cayuco en Mallorca.