Uno de los dispositivos del sistema de frenado del avión de la aerolínea brasileña TAM siniestrado el martes en el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, estaba desactivado en el momento del aterrizaje, según infomó la empresa. Mientras, las autoridades siguen investigando por qué el aparato aceleró en lugar de frenar al tomar tierra. El jueves por la noche, TAM dijo que el dispositivo de frenado había sido desactivado previamente siguiendo los procedimientos de mantenimiento adecuados.

El accidente que costó la vida a más de 200 personas -el mayor de la historia de Brasil- ha profundizado la crisis en la que está sumergida la aviación brasileña. Ayer, uno de los miembros del Tribunal de Cuentas de la Unión denunció que una de las prioridades de la política de restricción fiscal del Gobierno ha sido la reducción del presupuesto de la Aeronáutica.

Además, al menos 17 pilotos se negaron a aterrizar en Congonhas alegando que había niebla. Durante tres horas y media, los controladores dejaron a juicio de los pilotos la opción de aterrizar o no. Ninguno de los preguntados aceptó aterrizar en la pista de esta terminal y prefirieron dirigirse a otros aeropuertos de Sao Paulo.

Y en un intento de dar una respuesta política a esta tragedia, el presidente brasileño cesó hasta la próxima semana al ministro de Defensa, Waldir Pires, y a la cúpula de la autoridad aeronáutica federal, Infraero.