Son muchos los kilómetros que tiene que recorrer un atleta de primer nivel, aunque fue en avión como regresó Javi Conde de las tierras danesas y germanas, donde no hace mucho ha competido. Aparentemente no se le veía muy cansado, acostumbrado a tantas batallas en las pistas, pero sí con una agenda muy apretada al compaginar el deporte con otro trabajo. Aun así, no dudó en aceptar la invitación de GARA y se mostró encantado de hablar sobre sus últimas experiencias y su futuro.

¿Qué retos se ha marcado para este año de competición? Últimamente ha estado corriendo por Alemania y Dinamarca.

Este año ha sido una temporada de transición. No teníamos ni campeonatos de Europa ni del Mundo, y en un principio quería tomarme más tranquilo de cara a los Juegos Paraolímpicos de Pekín, para guardar fuerzas. Surgió la posibilidad de ir con la selección de Euskadi, que era la primera salida que se hacía al exterior, y fuimos a Copenhague al campeonato internacional de Dinamarca. La prueba más larga era un 1.500, quizás muy corta para mí, pero me salió perfecta. Ahora no soy un tío rápido pero con rabia gané. La semana siguiente fuí con la estatal a competir a Alemania y logré también la victoria en las pruebas de 5.000 y 10.000.

¿Qué retos tiene ahora en mente?

Ahora quiero descansar una semana y luego recargar para preparar la maratón de Donostia. Tenemos la oportunidad de poder ir a cualquier maratón del mundo para hacer la mínima, pero creo que la de Donostia es ideal. Si hago la mínima para los Juegos, me podré relajar un poquito y afrontar el año que viene con tranquilidad, y si no lo hago tendré la oportunidad en marzo en Londres o en alguna buena, como París, pero espero no llegar a esos extremos.

A un año de las Olimpiadas de Pekín, ¿cómo se encuentra para la maratón?

Ahora tengo 43 años, tardo mucho en recuperar y voy a hacer sólo esa prueba. Es complicado, ya me gustaría verme con 10 años menos, porque creo que se va a correr por debajo de 2.30, y ganar va a ser difícil. Si corro para ser segundo o tercero creo que tengo posibilidades de que venga con una medalla.

¿Qué le queda por ganar a un deportista que ha conseguido siete medallas de oro en las Paraolimpiadas y más de diez record mundiales?

La satisfacción personal. En estos momentos una medalla de bronce me sabría a un oro de mis mejores tiempos. Tienes que adaptarte al momento que estás viviendo. Pero yo soy peleas y si me veo allí intentaré hacer una carrera de libro, aunque hay un nivel altísimo. Han subido algunos del 5.000, y hay un par de mejicanos buenísimos. Los brasileños también están haciendo unas grandes marcas, y claro, yo no me estoy prodigando mucho. Pero bueno, el año pasado con el entrenamiento que hice para la maratón estaba como para hacer 2.25 o 2.27, y si estoy así estoy en las medallas seguro.

Cada vez se le da mayor importancia a las Olimpiadas Paralímpicas, ¿cómo ha vivido esa evolución en estos años?

Barcelona 92 fue el lanzamiento de los Juegos Paralímpicos para la sociedad, y la diferencia es que en los primeros juegos la gente iba a la pista a ver al manco, al cojo y al ciego. A la gente le daba morbo. Ése era el primer día, pero el segundo día la gente iba con el cronómetro y le cogía tiempo al ciego y al cojo, y al tercer día vibraba y se volvía loco. ¿Qué ha ocurrido? Que en los demás Juegos eso pasaba desde la primera jornada. El deportista era un gran campeón, no un discapacitado.

¿Cómo luchan en otros países para buscar esa igualdad?

Los nórdicos, Canadá o Australia son países que trabajan muy bien con el deporte adaptado. Aquí se están dando pasos muy grandes. En un principio hemos conseguido que se vea que somos competitivos. Por suerte hay grandes campeones en Euskadi, y la muestra es que todos los años sacamos medallas. Y esto no para, poco a poco están saliendo chavales nuevos.

¿Qué le parece el tratamiento que se le da al deporte adaptado en los medios de comunicación?

Es un tratamiento muy bueno, no es malo, pero pobre de ti si coincide con elecciones del Athletic, con fichajes de la Real, o si hay un presidente nuevo del Alavés. Y si le quitas sus centímetros cuadrados al deporte adaptado, supongo que tendrán la misma queja los grandes corredores de triatlón que tenemos o gente que esta haciendo la pretemporada en otros deportes. Estamos supeditados a la tontería de turno que derive del fútbol. Estoy muy agradecido a los medios de comunicación porque se han portado muy bien conmigo, pero es muy triste que envíes noticias a los medios y que te digan que no hay espacio porque hay elecciones del Athletic. Yo no quiero siete líneas, quiero tres para que todo el trabajo que creo que he echo para que el deporte adaptado tenga su espacio y no retroceda.

Hace poco un corredor con piernas ortopédicas corrió los 400 metros, ¿que sensación tuvo al ver aquello?

Sí, Pistorius. El Comité Olímpico esta jugando con él y al final no le van a dejar a correr, pero me gusta ese pulso que le han echado al Comité. De todas formas, que nos den ese 10% de lo que están hablando de Pistorius para las marcas de los demás deportistas. Que hablen que Javier Otxoa va al Campeonato del mundo y que David Alonso va a competir en el Europeo de tenis de mesa . De lo que se está hablando es del morbo que produce Pistorius con sus dos piernas. Sería triste que los medios estuviesen estancados en 1992. Esto ha evolucionado. Lo más importante para hablar de Pistorius es gente que tenga su misma discapacidad y que te cuente lo durísimo que es el estar así, y el día a día.

¿Cree que el lema «lo importante es participar» es aún mayor en el caso de atletas discapacidatos?

Eso pasó a la historia. Ahora mismo lo importante es ganar. Que luego después no ganes, eso es otra cosa. pero no debe prevalecer «lo importante es participar». Este es un deporte competitivo al máximo nivel, es igual que el deporte sin discapacidad.

De todos modos, es importante que la gente sepa lo siguiente. En nuestro deporte ahora mismo puede haber un accidente de tráfico en Etiopía y que un atleta del equipo nacional pierda la mano, y te lo encuentras en los Juegos Paraolimpicos del año siguiente. Y tú, de ese atleta no tienes conocimiento para nada. No compites con ellos durante el año. No sabes si tiene buen final o si es un «bluff». Si sale muy rápido tienes que ir a por él.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene como deportista?

¿El mejor recuerdo? 30.000 o 40.000 personas en Barcelona gritando mi nombre en una carrera de 10.000 metros, pero uno bonito que tengo fue mi primera derrota en una competición internacional. Fue en Atenas. Hice segundo en la prueba de 5.000 metros y me liberé. Quería saber un poco cuál iba a ser la reacción de todo mi entorno, la familia, compañeros, y la gente se mostró igual que cuando ganaba. Lo que me ha echo correr menos ha sido la responsabilidad. Eso desgasta mucho. Es terrorífico.

¿Qué le ha dado el deporte?

A mi el deporte paralímpico me ha dado todo, estoy en deuda permanente. Me ha permitido poder entrenar en las mejores condiciones, dedicarme de manera profesional, y de cierta manera ser un poco pionero de los deportistas con discapacidad, a los que les he podido abrir un poco el camino. De vez en cuando organizo carreras y llevo una escuela de atletismo para discapacitados en Basauri. Hay chavales que empiezan la temporada con problemas de equilibrio grandísimos y cuando acaba da gusto verles cómo corren. Es muy gratificante.

Ander GARTZIA