Promesas millonarias de zapatero ante el enfado de los barceloneses
Más de una semana después del gran apagón que afectó a decenas de miles de ciudadanos de Barcelona, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a Catalunya para, a golpe de talonario, hacer frente al creciente malestar de muchos catalanes y recuperar parte del prestigio perdido.
GARA
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha prometido acelerar las inversiones en Catalunya después del gran apagón de Barcelona en un intento de aplacar la indignación creada entre la ciudadanía por el corte del suministro eléctrico que dejó a la ciudad sumida en una completa oscuridad.
El bálsamo ofrecido por el mandatario español llegó en forma de promesas de millonarias inversiones en infraestructuras, en dar un impulso al desarrollo estatutario y en exigir mayores garantías a las compañías eléctricas para que no se repita lo sucedido, pero evitó, en su visita del jueves a Catalunya, señalar a los culpables del apagón y dejó esa tarea en manos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Rodríguez Zapatero enumeró una larga lista de inversiones acompañada de constantes mensajes de solidaridad con los barceloneses que últimamente han padecido problemas relacionados con el transporte, como son las averías de Renfe, que se repitieron el día de la visita presidencial, y el suministro eléctrico. Varios grupos políticos han pedido ya la comparecencia en el Congreso de la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez, y del presidente de Adif, Antonio González Marín, para que expliquen la situación de la red de Cercanías de Renfe en Catalunya.
Ocho mil millones
Las promesas realizadas por el mandatario español se refieren a la inversión en setiembre de este año de 500 millones de euros destinados a la ampliación del aeropuerto del Prat, una infraestructura prevista, en principio, para 2010; 600 millones para el rescate de peajes en las autopistas catalanas, la llegada del AVE a Barcelona el 21 de diciembre para solucionar los problemas de Renfe, y el cumplimiento estricto de que los Presupuestos Generales del Estado para 2008 destinarán el 18,8% de la inversión total en infraestructuras para Catalunya. Recordó, además, que su Gobierno invierte otros 150 millones en la ampliación del Puerto de Barcelona y que, en total, el Ejecutivo español ha destinado 8.000 millones para el crecimiento de Catalunya. Asimismo, el presidente español anunció la creación de una «unidad de seguimiento de las inversiones» del Estado en Catalunya, que dependerá de la Oficina Económica de La Moncloa y garantizó el desarrollo del Estatuto catalán «a un ritmo razonable», pero dando prioridad al traspaso de las competencias que redunden directamente en los ciudadanos, por lo que reprochó la «impaciencia permanente» de algunas fuerzas políticas.
Por contra, los dos socios del PSC en el tripartito catalán -Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya- no se mostraron igual de satisfechos y restaron importancia a este anuncio. ERC consideró que esas promesas son una «huida hacia adelante» que luego «no se cumplen», aseguró que «el problema se agrava» porque el presidente español sigue sin admitir el «flagrante déficit» de inversiones en Catalunya y destacó que su credibilidad es «más bien escasa».
Pacto de Majestic
Mientras tanto, desde CiU se reivindicó la utilidad, en lo que a inversiones públicas en Catalunya se refiere, del «Pacto de Majestic» firmado en 1996 por esta formación y el PP, acuerdo que permitió al partido, entonces liderado por José María Aznar, acceder La Moncloa con el apoyo de CiU. Josep Antoni Duran y Lleida, secretario general, señaló que «tanto se critica el Pacto de Majestic y nuestra colaboración con el PP de 1996 a 2000 -cosa diferente fue después-, pero las obras públicas que ahora se están ejecutando son consecuencia del apoyo de CiU a aquel Gobierno, al que se le exigió este tipo de inversión». También el líder de CiU, Artur Mas, hizo referencia al «déficit de credibilidad» de Zapatero y consideró una «tomadura de pelo» la creación de una «unidad de seguimiento» de las inversiones.
Puestos a prometer, horas después de realizar este anuncio en Catalunya, Zapatero aprovechó su visita a Palma de Mallorca para garantizar para 2008 una partida económica que iguale a Illes Balears con el resto de comunidades autonómicas de régimen común.
Una nueva avería ferroviaria volvió a sembrar el caos en Barcelona. El viernes, cerca de 500 pasajeros tuvieron que ser evacuados por las vías tras pasar más de dos horas y media atrapados en un convoy averiado cerca de la estación de Sants. Según relataron algunos de los afectados, durante ese tiempo permanecieron con las puertas cerradas, sin aire acondicionado y con un calor «asfixiante». Pasadas las 21.00, los bomberos y Mossos d´Esquadra lograron desbloquear las puertas y evacuar a los usuarios, que, además, debieron caminar varias decenas de metros por las vías del túnel hasta llegar al andén de una caótica estación. Los viajeros que aguardaban el paso de sus trenes se apelotonaban en los andenes, abarrotados de gente. La avería, que Renfe achacó a un problema en la señalización, afectó a más de 24.000 personas y a los servicios de larga y media distancia. Ello obligó a habilitar 29 autobuses para descongestionar la situación de colapso.
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