Blanco advierte de que no tolerarán críticas internas a Puras y Chivite
Tras imponer el pase a la oposición, el secretario de Organización del PSOE lanzó además ayer un duro mensaje a las voces de denuncia surgidas dentro del partido, a quienes hizo saber que «la Ejecutiva Federal no va a permitir que se produzcan críticas a la dirección del PSN». Indirectamente, las palabras de José Blanco dejan caer que ni Carlos Chivite ni Fernando Puras piensan dimitir, como reclamarán los críticos que han comenzado a reunirse en privado.
Chivite y Puras no convocaron ayer la rueda de prensa que habían anunciado a algunos medios y se limitan a anticipar que trasladarán a los órganos internos del partido el mensaje recibido el viernes desde Ferraz. Pero su posición está en entredicho tanto dentro como fuera del partido. Desde el interior del PSN, críticos como Helena Berruezo y José Luis Uriz pusieron ayer en duda la voluntad real de ambos dirigentes. Y por lo que respecta al exterior, aunque los dirigentes de Nafarroa Bai que comparecieron el viernes se mostraron convencidos de que la dirección del PSN apostaba realmente por un gobierno alternativo, la presidenta de EA, Begoña Errazti, expresó dudas claras de que esto fuera así.
Blanco sí parece convencido de que Puras y Chivite seguirán adelante y además «administrarán» la decisión tomada en la sede central del PSOE. Insistió ayer en admitir que ambos discrepan de la orden de dar vía libre a UPN, pero añadió que se comprometieron a «asumirla» y «administrarla». En el seno del partido, en realidad, nadie parece discutir que estatutariamente la decisión final corrrespondía a Madrid. Blanco explicó ayer que «en la historia del PSOE siempre ha sido así. La política de alianzas la decide la dirección nacional y así pasa en todas las comunidades autónomas. El de Na- varra no es un hecho extraordinario», subrayó.
Es pronto para calibrar el grado de malestar en el seno del PSN. La opción más clara parece la de conformar un sector crítico fuerte en torno a Juan José Lizarbe, anterior secretario general, que podría pedir la convoca- toria de un Congreso Extraordinario o esperar al ordinario de 2008 para tratar de hacerse con la dirección. En las últimas horas se han mantenido reuniones en privado. En cualquier caso, críticos como Uriz lanzaron un llamamiento a no tomar medidas drásticas como entregar carnés del partido, decisión anunciada ya por un distinguido miembro, el ex alcalde de Corella Ramón Jiménez, para el día en que Miguel Sanz sea nombrado presidente.
EB: «Mentiroso compulsivo»
Mientras los navarros callan y en el conjunto del PSOE se hace piña en torno a la decisión (Manuel Chaves y Javier Rojo la defendieron ayer), las formaciones envueltas en esta negociación frustrada no pueden ocultar su malestar. Es especialmente notorio el enfado dentro de IUN. Oskar Matute, parlamentario de EB en Gasteiz, llamó a José Luis Rodríguez Zapatero «mentiroso compulsivo» por haber impuesto su negativa a gobernar con NaBai e IUN después de decir que sería el PSN quien tomaría la decisión final.
Iñigo Urkullu, portavoz del PNV, añadió que el PSOE «deja a los pies de los caballos al PSN» y lo atribuyó a sus cálculos electorales. Lamentó además «que ponga bajo sospecha al nacionalismo democrático».
La izquierda abertzale utilizó el acto político habitual en vísperas de las fiestas de Leitza para valorar el desenlace del proceso de formación de gobierno en Nafarroa. Pernando Barrena consideró que con la decisión del PSOE y la actitud mostrada por Nafarroa Bai, así como con el discurso de Josu Jon Imaz el pasado 31 de julio, «se entiende perfectamente qué ocurrió en las negociaciones políticas entre PSOE, PNV y la izquierda abertzale. El PSOE no estuvo nunca dispuesto al mínimo cambio en el ordenamiento jurídico y negó hasta el último momento que los vascos tengamos derecho a decidir. Lo más triste es que el PNV de Imaz se doblegó ante los límites impuestos por el PSOE y que finalmente los dos se levantaron de la mesa».
Barrena hizo una lectura similar de lo ocurrido en estos 70 días en Nafarroa: «El PSN le ha hecho un nuevo fraude a la ciudadanía navarra. Y para eso ha sido imprescindible el papel de `monaguillo' que ha jugado Nafarroa Bai. Se ha demostrado de nuevo que en Nafarroa no se puede hablar de cambio político sin acometer un verdadero cambio de marco. Y en este sentido tenemos que decir que el PSN ha cometido un nuevo fraude porque en última instancia no quiere cambiar nada». Respecto a la coalición liderada por Patxi Zabaleta, Barrena dijo que «no ha vendido más que humo».
Sobre el desenlace concreto del caso, el mahaikide navarro estimó que tampoco caben razones para la sorpresa: «Se demuestra otra vez que da igual lo que los navarros votemos o pensemos, porque al final las decisiones se toman en Madrid». Y reclamó, de entrada, otras elecciones que pongan las cosas en su sitio y devuelvan la representación negada a la izquierda abertzale.
De cara al futuro, Barrena puso a la plataforma de Leitza, Larrain, como ejemplo. Recordó que durante cuatro años ha plantado cara al «apartheid» tras ser la fuerza más votada pero quedar excluida del Ayuntamiento. Hoy, la izquierda abertzale tiene la Alcaldía con mayoría absoluta. «La vía no es agachar la cabeza y conformarse con migajas, sino la lucha y la dignidad», concluyó.