«Hay que renovar las tradiciones, pero sin perder lo hecho antes»
La Comisión de Blusas y Neskas de Gasteiz entregará hoy la Ikurriña 2007 a José Mari Bastida, más conocido como «Txapi». Un reconocimiento que llega, según el propio protagonista reconoce, en un momento de especial significado. «Txapi» es músico, compositor... y muchas cosas más. Su historia, su trabajo, su trayectoria son un compendio de la cultura y tradiciones que tienen arraigo en Gasteiz.
Hablar con José Mª Bastida, Txapi, es tarea complicada, mucho más en estos días repletos de compromisos con la Banda de Salinas. Pero lo realmente difícil es intentar resumir una trayectoria profesional y vital en la que han aparecido nombres significativos de la cultura vasca como Hertzainak, Patxi Villamor, Niko Etxart, Bingen Mendizabal, Micaela Portilla...
¿Qué significa para usted recibir la Ikurriña 2007?
Para mí significa mucho, por varios motivos. El primero es que en el primer homenaje a la ikurriña yo fui el encargado por los Blusas para leer el comunicado, en un acto que fue encima de un camión en la plaza de la Virgen Blanca. Luego, por los recuerdos de los tiempos en que la ikurriña estaba prohibida, y precisamente cuando se cumplen treinta años de su legalización. Por ejemplo cuando la tamborrada de San Prudencio, de la que soy Tambor Mayor, desfiló con la ikurriña antes de izarla en el Ayuntamiento. Aquella ikurriña, aunque algo deteriorada, sigue guardada y tiene un significado muy especial para mí.
Y además, el reconocimiento viene de Blusas y Neskas...
Sí, porque yo tengo una tradición de blusa muy larga. He pasado por las cuadrillas Txismes, Jotake, El 7... He acompañado a los blusas veteranos. También en fiestas creamos la primera fanfarre de Gasteiz, Indarra...
Ha trabajado también en recuperar cultura y tradiciones.
Sí, además de tocar varios instrumentos y componer, he bailado, y he escrito sobre tradiciones. Lo hice durante años en «Egin», hasta que lo cerraron, y ahora llevo bastante tiempo colaborando en periódicos y televisiones locales.
No es el primer premio que recibe, entre otros, en 1991 fue reconocido con el Celedón de Oro.
Pero ha habido muchos otros. A mí me hizo especial ilusión el Celedón de Abornikano. También he tenido premios de composición, como uno de Gaita en Laguardia...
Ha escrito en más de una ocasión que las tradiciones no debían convertirse en piezas de museo, que la juventud debe recuperarlas.
Mi idea es que hay que renovar sin perder. Como se pierden las tradiciones es precisamente por no adaptarse a los tiempos modernos. A mí me joroba que en la Plaza del Matxete se haga Dantza Plaza cuando se tenía que hacer en la Plaza Nueva. Es curioso que todas las cosas foráneas vayan a los espacios amplios y todo lo nuestro ahí, que el escenario es muy bonito, pero cabe muy poca gente.
¿Cuál es su plan para estas fiestas que acaban de comenzar?
Tocar con la Banda de Salinas, que llevo ya desde 1984 más o menos. Aunque es poco conocido, hacemos un programa muy completo: actuación en Txagorritxu, animación zona centro... con el Celedón Txiki, vamos a las residencias y a los hospitales. Recuerdo especialmente el año en que en la residencia de Ajuria fui donde Micaela Portilla, que ya estaba muy mal, y se acordaba de mí. Me emociono incluso ahora al recordarlo.
Txotxe ANDUEZA