José Antonio Santano y Aitor Kerejeta, presidente y vicepresidente de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi, respectivamente, respondieron así a las declaraciones efectuadas el pasado viernes por representantes del Ayuntamiento de Donostia en relación a la posible utilización de los terrenos de Zaldunborda para una planta de compostaje de basura orgánica.

Los alcaldes dijeron ser «plenamente conscientes» de que dar una solución adecuada al problema de los residuos es «uno de los mayores retos» a los que se enfrentan y que les corresponde, como cargos públicos, «asumir» esa cuestión. En ese sentido, aseguraron que Irun y Hondarribia «han demostrado que han ejercido siempre su responsabilidad en esta materia y han estado siempre dispuestas a proponer soluciones y ofrecer resultados».

No obstante, defendieron que «el método para conseguir que este problema tenga una solución satisfactoria para todos pasa por un diálogo abierto entre mancomunidades y municipios, donde cada uno exponga sus argumentos sin imposiciones ni cláusulas».

Destacaron que, a través de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi, «ya han manifestado su voluntad de entrar a formar parte del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa». «Y lo harán, pero sin exigencias previas y en igualdad de condiciones que el resto de municipios y mancomunidades», añadieron.

Se mostraron «dispuestos a analizar conjuntamente la situación» y a poner todo cuanto esté de su parte para resolverla. «Pero habrá que precisar qué tratamientos previos de la basura se necesitan y ver, entre todos, cuáles pueden ser sus localizaciones» en Gipuzkoa.