El Ejército boicotea el regreso de los kurdos al Parlamento de Ankara
El regreso 16 años después de los representantes kurdos al Parlamento de Ankara marcó la sesión de investidura de ayer. La cúpula del todopoderoso Ejército turco excusó su ausencia, tradicional por otra parte, a un acto de juramento de los diputados que trajo a la memoria el mensaje de paz que lanzó en lengua kurda desde la tribuna la diputada Leyla Zana, allá por 1991. Una «osadía» que le costó, junto a otros tres representantes kurdos, diez años de prisión.
GARA |
La puesta de largo del Parlamento turco estuvo marcada ayer por el regreso de representantes del pueblo kurdo, concretamente de 20 diputados electos por el Partido por una Sociedad Democrática (DTP).
Hace 16 años, tal día como ayer, Leyla Zana, la primera mujer kurda en entrar a la Cámara Baja de Ankara, lanzó desde el estrado un mensaje de paz en lengua kurda y lo hizo vestida con un pañuelo en la cabeza con los colores de la bandera de su castigado pueblo, el rojo, amarillo y verde.
Semejante «osadía» le costó en un primer momento la inmunidad parlamentaria y fue castigada, junto a tres compañeros de grupo, con diez años de prisión. El resto eligió o el exilio o sumarse a la lucha armada de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), por aquel entonces en pleno apogeo.
Los diputados del DTP adelantaron que no tenían intención alguna de dar excusas a los sectores más recalcitrantes del Estado turco. «Comenzando por la ceremonia de juramento, queremos ceñirnos a la legalidad. Vamos a buscar solución a los problemas tomando como base la actual legislación», anunció Ayse Tugluk, uno de los dirigentes de la formación, a la prensa.
Pese a ello, la cúpula militar turca, que tradicionalmente hace una breve aparición en la sesión de investidura, excusó su ausencia por una importante reunión militar. La prensa turca aseguró que los generales se negaron a asistir a la toma de posesión de los diputados kurdos.
Turquía «laica»
El diputado de más edad y miembro del kemalista CHP, Sükrü Elekdag, invitó a los diputados, a jurar fidelidad, por orden alfabético, a la «República laica y democrática».
El gubernamental e islamista AKP arrasó en las elecciones logrando 341 de los 550 escaños.
El Gobierno de Ankara anunció la muerte el viernes de dos guerrilleros del PKK en un operativo militar turco que se saldó a su vez con dos soldados heridos. Con este enfrentamiento se eleva a ocho la cifra de guerrilleros kurdos muertos en dos días de operaciones en la provincia de Tunceli, en Kurdistán Norte. El Ejército ha reconocido asimismo la muerte de tres soldados y ha contabilizado seis heridos.
Cerca de 1.500 miembros de las fuerzas especiales de la Gendarmería, cuerpo de élite del Ejército turco, participan en un operativo de represión contra la población de este área, apoyados por helicópteros de combate. El PKK, tachado de organización «terrorista» por parte de EEUU y de la UE, ha incrementado sus operaciones desde inicios de este año tras no lograr respuesta alguna a sus continuos emplazamientos para lograr un alto el fuego bilateral. Ayer, tres militares murieron en Diyarbakir en un atentado atribuido al PKK.
El Ejército ha respondido con la represión y con la amenaza de lanzar una operación que cruce la frontera de Irak para atacar a la retaguardia de la guerrilla del PKK en Kurdistán Sur.
Coincidiendo con la sesión de investidura del nuevo Parlamento, el Ejército turco anunció la expulsión de 23 militares por «actividades pro-islamistas e indisciplina».
Las expulsiones fueron anunciadas en el marco de la reunión anual del Consejo Militar Superior, que se ha congregado durante cuatro días para decidir sobre los nuevos nombramientos en la cúpula militar.
Los expulsados «participaron en actividades reaccionarias y actos que atentan contra la disciplina y el prestigio del Ejército», asegura el comunicado.
El escrito no da detalles sobre la naturaleza de los actos de indisciplina de los oficiales castigados. El Ejército, erigido en guardián del laicismo y del pensamiento del fundador del moderno Estado turco, Kemal Ataturk, ha expulsado en el pasado a cientos de militares sospechosos de militar en el islamismo.
El primer ministro, Recep Tayip Erdogan, y su ministro de Defensa, Vecdi Gonul (ambos islamistas), han mostrado más de una vez sus reservas ante estas expulsiones masivas.
Las decisiones del Consejo Militar Superior son siempre inapelables.
