El famoso Festival Internacional de Edimburgo está amenazado de crisis financiera debido a la insuficiencia de las subvenciones públicas, según queja de su nuevo director, Jonathan Mills.

En declaraciones que recogía ayer el diario «The Times», Mills ha advertido de que el festival tendría que reducir su tamaño a menos que el Gobierno escocés y la Ciudad de Edimburgo levanten sus actuales restricciones económicas.

El Festival Internacional recibe cuatro millones de libras (cerca de 6 millones de euros) de dinero público, pero este año el costo total de los eventos programados supera los 8 millones de libras. La diferencia se compensa en parte con patrocinios y los ingresos de taquilla, pero, según Mills, sin nuevas e importantes inversiones, el festival acabará desangrándose con los recortes de programación que habrá que efectuar.

Mills, ex director del festival de Melbourne (Australia), ha querido inaugurar la presente edición, el próximo sábado, con la ópera «L'Orfeo», de Claudio Monteverdi, en una interpretación a cargo de «Le Concert des Nations», dirigida por el maestro español Jordi Savall. El nuevo director dijo que el festival necesita mayor apoyo público si quiere competir con otros festivales internacionales como el de Salzburgo (Austria), que, según él, recibe cerca de 15 millones de euros en subvenciones y cobra más por la mayoría de sus entradas que el de Edimburgo.

Mills, que insinuó que podría llegar incluso a dimitir de su nuevo puesto si no se toman medidas para aumentar la financiación pública, advirtió de que eventuales recortes al festival serían un golpe potencialmente devastador para la economía escocesa.

Festival alternativo

Por su parte, el también nuevo director del festival alternativo Fringe, que tiene lugar al mismo tiempo que el internacional en distintos lugares de la capital escocesa, Jon Morgan, ha advertido de que el género comedia lo domina todo, aún reconociendo su importancia.

Las comedias forman parte importante de la expansión de Fringe hasta el punto de constituir el 30.5 por ciento de su programación de este año, que totaliza 2.000 espectáculos.

Morgan asegura no infravalorar la comedia pero quiere aumentar el peso del teatro innovador así como de la danza contemporánea ya que, argumenta, «el espíritu de Fringe es precisamente la innovación y la sangre nueva».