«Se espera que a las diez de la noche se haya establecido la cordada para comenzar la ascensión de la espeleóloga herida, pero su traslado a la superficie podría prolongarse un día o día y medio». Así lo anunciaba a última hora de la tarde de ayer el jefe de sala de Sos-Nafarroa, desde donde se coordinaban los diversos grupos que intentan rescatar a la espeleóloga belga. Las noticias sobre el alcance de sus heridas eran confusas. En un primer momento se informó de que tenía rotos varios dedos de un pie, y ayer se dijo que podría tener un tobillo roto o incluso la pierna.

Anette Van Houtte se encontraba atrapada a 600 metros de profundidad y a 4,5 kilómetros de la entrada de la sima, situada cerca de la Piedra de San Martín. La inmensidad de la sima y la intensa niebla dificultan las labores de rescate, si bien a primeras horas de la noche de ayer los equipos profesionales de rescate del Estado francés estaban colocando las últimas cuerdas para poder establecer contacto con la espeleóloga herida.

Un equipo de bomberos del parque de Nabaskoze se iba a quedar toda la noche junto a la boca de la sima para colaborar con los espeleólogos de rescate. El resto de personal regresó a sus bases, pero uno de los helicópteros desplazados hasta allí no pudo despegar debido a la intensa niebla. A primera hora de la mañana de hoy será desplazado otro helicóptero hasta la zona para ponerse a disposición del equipo de espeleólogos profesionales. En la zona han quedado instalados dos hospitales de campaña.

Microexplosiones

La falta de cobertura también dificultó las labores de rescate. Una unidad móvil de telecomunicaciones se desplazó desde Iruñea con antenas para intentar mantener comunicación permanente. El director gerente de la Agencia Navarra de Emergencias, David Sáinz, se trasladó ayer hasta Larra y posteriormente informó de que los trabajos de rescate se estaban desarrollando de manera positiva pero «muy lentamente».

También dijo que todavía no había sido preciso realizar microexplosiones para facilitar el rescate, pero a última hora de la tarde no se descartaba que hubiera que recurrir a este procedimiento para poder izar hasta la superficie a Anette Van Houte, que formaba parte de una expedición francesa.