SOS Racismo de Nafarroa denunció ayer la muerte el pasado domingo, 5 de agosto, después de varias jornadas hospitalizada, de María Amador Jiménez, que, según relataron sus allegados, resultó herida de gravedad el 28 de julio en el barrio de Errotxapea por la Policía Municipal en unos incidentes en los que se vieron involucrados la fallecida y sus familiares, de etnia gitana. El organismo mostró su «más profunda preocupación» ante esta situación, muy similar a otros hechos protagonizados por agentes locales.

Las portavoces de SOS Racismo, Leire Olza y Marta Pérez, afirmaron que el caso «no es algo aislado», ya que en enero de 2005 se presentó ante los grupos municipales del Consistorio iruindarra un informe sobre denuncias de agresiones llevadas a cabo por miembros de la Policía Municipal contra inmigrantes. El colectivo recordó que desde la Alcaldía «no sólo no se investigó» el tema, sino que además «se amenazó» a SOS Racismo con interponer una denuncia en su contra por «injurias».

Tras un incidente en el bar El Corrientazo, en una sentencia dictada por el Juzgado Penal número 3 de Iruñea se subrayó que los policías «se extralimitaron abusando de su autoridad» y que «los agentes no gozan de presunción alguna de veracidad».

En referencia al caso de Amador Jiménez, el organismo declaró que aún no se conocen los resultados de la autopsia, por lo que falta información para hacer una «valoración precisa», pero subrayó que la clave está en que «no es la primera vez» que se reciben denuncias de este tipo y, hasta el momento, el Ayuntamiento «no ha querido» investigar.

«Queremos destacar que la discriminación de la que son objeto ciertos colectivos, como en este caso el pueblo gitano, aumenta las posibilidades de sufrir abusos por parte de agentes policiales», manifestaron antes de aclarar que se van a dirigir a los grupos municipales para trasladarse su preocupación por los modos de actuar de la Policía Municipal.