Dice el refranero ribero que socialista que va a misa y carlista que se caga en Dios, pa joderlos a los dos.

Desde la llegada al poder del Caudillo de todas las Españas hasta su muerte, la práctica política de los socialistas era casi inexistente, eran otros los que habían batallado contra la Dictadura. Aquella organización creada en 1879 por el tipógrafo Pablo Iglesias para defender los intereses de la clase obrera, tomar el poder e instaurar el socialismo, tras la pérdida de la guerra civil del 36 había prácticamente desaparecido. La mayoría de sus cuadros y militantes asesinados; los pocos que quedaron, en el exilio.

A finales de los 70 aparecieron miríadas de sujetos que se autodenominaron socialistas. Había que repartirse el pastel de la cosa pública. Después de cien años de historia con cuarenta de vacaciones, lo primero que hicieron fue renunciar al marxismo y a la antiestética lucha de clases. De la pana a Adolfo Domínguez, ¡vas a comparar!

En Navarra, asombrando al mundo como decía Shakespeare, dos curas se hacen con el chiringuito: Arbeloa y Urralburu. Su voto de pobreza y desapego de los bienes terrenales es por todos bien conocido. Y, como no hay nada que no se pueda empeorar, desde entonces la cosa ha ido de mal en pior. UPN compró, a base de prebendas varias, las voluntades de aquellos compañeros de viaje de los dos curitas.

A día de hoy Carlos Chivite rige los destinos de los socialistas navarros y, contra el viento popular y la marea de sus propias bases, dirige los restos de la embarcación, fruto de su naufragio electoral, al puerto que le indica Ferraz. Sumiso ante el poder, Don Angel, sí señor es de los que piensan que mejor txalupa sin dignidad que dignidad sin txalupa. En el papel de grumete, Roberto Jiménez, conocido en su partido como Trepa Mari. De verbo rico y fluido, hará las delicias de sus señorías parlamentarias. Con Sanz y él en el atril, esta legislatura promete momentos hilarantes inolvidables. Debemos exigir su retransmisión para solaz y divertimento de todos.

Doce apóstoles de la ignominia van a permitir que la derecha siga en el Gobierno. Judas creó escuela, ahora el sueldo son algo más de treinta denarios. Al pueblo y a los suyos que les den.

Son lo mismo, ¡copón ya!, que parecéis bobos.