La «troika» admite la dificultad del acuerdo entre serbios y kosovares
Los tres mediadores internacionales de la «troika» que trata de mediar entre Serbia y Kosovo destacó ayer en Pristina que ambas partes, serbios y albano-kosovares, han prometido cooperar para lograr un acuerdo sobre el enclave, pero admitieron la dificultad de su misión.
GARA | PRISTINA
«Nos aquí para hacer propuestas propias, sino para buscar consensos. Aceptaremos todo lo que las dos partes acuerden entre sí», declaró el mediador estadounidense Frank Wisner, que integra junto a los representantes de la Unión Europea y Rusia la «troika» internacional que el viernes inició una nueva ronda de negociaciones, que se prolongará durante 120 días, sobre el futuro de Kosovo.
La «troika» se reunió ayer con los dirigentes albano-kosovares. Al término del encuentro el diplomático alemán Ischinger manifestó que «el futuro de Kosovo es muy importante para el futuro de Europa» y consideró que el hecho de que tanto Belgrado como Pristina hayan prometido cooperar «es un buen comienzo para un proceso muy difícil».
El representante rudo Kharchenko, por su parte, insistió en mantener el asunto en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU y explicó que la misión de la «troika» es facilitar una solución de compromiso.
Durante la reunión, el presidente albano-kosovar, Fatmir Sejdiu, presentó a los mediadores el programa político de su equipo negociador, que no comtempla una opción que ponga en duda la independencia y la integridad territorial de Kosovo.
El primer ministro de Kosovo, Agim Çeku, por su parte, insistió en que no tenía otro objetivo que la independencia, que es «el principio por el cual combatí». Añadió que «se marca el inicio para una negociación ni es la oferta a discutir», por lo que manifestó que «no quiero perder los próximos 120 días -plazo con el que cuenta la «troika» para lograr un consenso- en cosas que serán imposibles».
Los diplomáticos se reunirán hoy, última jornada de su viaje, con los representantes de la minoría serbia en Kosovo. El viernes, en Belgrado, las autoridades serbias reiteraron su oposición a cualquier forma de independencia.
Esta nueva fase de negociaciones fue acordada después de que Serbia y su aliada Rusia rechazaran en junio el plan para Kosovo propuesto por el enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari. El plan prevé una independencia tutelada para Kosovo, poblada por un 90% de albaneses independentistas.
El próximo 10 de diciembre, la «troika» deberá presentar al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, un informe con el resultado de esta negociación.