El amplio despliegue que llevó a cabo la Ertzaintza en Zornotza desde primeras horas precedió a la decisión que el Departamento de Interior de Lakua comunicó a media mañana en la que anunciaba la prohibición de la segunda convocatoria que un grupo de vecinos y vecinas de la localidad iba a trasladar a la opinión pública al mediodía, por ser «una continuación de la convocatoria que fue prohibida» el día anterior por el juez de la Audiencia Nacional española Juan del Olmo.

Pese a ello, pasadas las 12.00, en la plaza del Ayuntamiento tenía lugar la prevista comparecencia ante la prensa. Medio centenar de personas rodeaba una mesa ante la que se había colocado una imagen del histórico militante abertzale. En un breve comunicado, se indicó que, tras conocerse la orden del juez Del Olmo, los allí presentes habían decidido organizar una manifestación en favor de la autodeterminación y la amnistía, y contra la represión. Y llamaron a la ciudadanía a participar en ella, para denunciar precisamente que el Estado español vulnera «los derechos que teníamos que tener los ciudadanos vascos» y, en lugar de buscar la solución del conflicto, evidencia «su voluntad de seguir alimentándola».

«No hay libertad de expresión y el asunto está bastante complicado», añadió el portavoz del colectivo ciudadano para explicar a los periodistas la negativa a responder a sus preguntas.

De esta forma, quedaban casi siete horas por delante para conocer cómo iban a transcurrir los hechos, pendiendo sobre los convocantes, y también sobre quienes no querían faltar a la cita, la advertencia de la Consejería de Interior respecto a que adoptaría «las medidas oportunas para garantizar el mantenimiento del orden público y la protección de la seguridad ciudadana».

Paseando por Zornotza, en muchas paredes se podían ver pintadas y carteles con la fotografía de Pelopintxo en los que se leía «Agur eta ohore Sabin, gudari».

Caras conocidas

Para las siete de la tarde ya se habían ido congregando cientos de personas, tanto residentes en Zornotza como llegadas desde otros puntos de Euskal Herria, en torno a la plaza fijada como punto de partida para la manifestación. Por allí se veían caras conocidas de la izquierda abertzale, como José Luis Elkoro o Tasio Erkizia y los mahakides Joseba Permach o Joseba Álvarez. También era notable la presencia de ex presos políticos.

Por su parte, el Colectivo de Refugiados Políticos Vascos se sumó a esta jornada a través de un comunicado -que GARA reproduce textualmente en esta misma página- en el que, entre otras facetas de su vida, se recuerda que «la trayectoria de Sabin Euba ha sido modélica, generosa y enriquecedora». También se indica que, si bien «su vida no ha sido fácil» -repasa brevemente su primera detención durante la dictadura de Franco, las accciones de los GAL, las expulsiones de refugiados...-, precisamente «su trayectoria, en última instancia, nos ha mostrado que debemos actuar con tranquilidad estratégica» en el camino hacia «una Euskal Herria libre».

Regresando a Zornotza, cuando los congregados intentaron iniciar una manifestación, las numerosas dotaciones de la Ertzaintza formaron un cerco para impedir la marcha. Durante unos minutos, el portavoz del movimiento pro amnistía, Juan Mari Olano, conversó con varios responsables de la Policía autonómica. Mientras, los manifestantes comenzaban a gritas consignas como «Agur eta ohore, eusko gudariak», «Sabin, gudari, gogoan zaitugu», «Herriak ez du barkatuko» o «Utzi bakea, alde hemendik».

A continuación, Olano comunicó por medio de un altavoz que se llevaría a cabo una concentración de 20 minutos en lugar de la marcha prevista. En una breve intervención, se dirigió de nuevo a los asistentes para denunciar que «se pretende convertir en delito» lo que no quería ser más que «un último adiós a alguien que amaba a este pueblo». Tras entornar el «Eusko gudariak», los participantes en el acto comenzaron a dispersarse.

Poco después, varios grupos de personas, algunas de ellas encapuchadas, volcaron contenedores y lanzaron piedras contra cabinas telefónicas y cajeros, así como contra una furgoneta de la Ertzaintza, al tiempo que denunciaban la actuación policial.

La Ertzaintza informó posteriormente de que había detenido a un joven, al que no identificó, al que acusaba de haber participado en esos hechos.