Xanti Lorente Parlamentario Navarro de EAE-ANV por decisión popular
Madrid decide: Navarra provincia de España
Se ha vuelto a demostrar que no hay posibilidad de cambio sin cambiar el marco político actual
En el año del 25 Aniversario del llamado Amejoramiento del Fuero de Navarra, y para escarnio del conjunto de la ciudadanía navarra, Madrid se ríe a carcajadas de amejoramientos, capacidad de decisión de los y las navarras, y se mofa de nuestra voluntad como pueblo, sea de forma uniprovincial, sin o con el conjunto de ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria.
En los 25 años de vigencia de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, desde el 8 de marzo de 1982 hasta el día de hoy, sólo ha sido modificada esta Ley en una ocasión, en 2001, para fijar el protocolo de elección de la Presidencia del Gobierno de Navarra.
Ha sido, si alguien podía tener dudas, el resultado de unas elecciones antidemocráticas avaladas de forma insultante por partidos que se dicen de izquierdas como Aralar, Batzarre, IU o democráticos como PNV, EA el que ha devuelto al conjunto de la sociedad navarra la mirada ante su propio espejo para ver una realidad que desde la izquierda abertzale se viene denunciando desde hace más de 30 años. Madrid decide que Navarra sea una Provincia española y de segunda.
El resultado de estas elecciones antidemocráticas ha puesto sobre la mesa dos cosas muy importantes a tener en cuenta por quienes dicen liderar el cambio político en Navarra, NaBai. En primer lugar, se ha vuelto a demostrar que no hay posibilidad de cambio sin cambiar el marco político actual, y en segundo lugar, cualquier proceso de cambio político en Nafarroa y en el conjunto del país debe contar con fuerzas sociales y políticas que tengan voluntad de posibilitar ese cambio, y para ello la izquierda abertzale, no sólo es motor de cambio político, sino que a la vez es combustible necesario para abordar un proceso democrático de esas características.
Sin la izquierda abertzale en Nafarroa y en el conjunto del país será imposible abordar un proceso democrático con bases sólidas que favorezcan cambios políticos de calado en el futuro más inmediato y a posteriori .
NaBai debe tomar buena nota del resultado de un proceso de más de dos años en el que se ha dedicado a vender a la sociedad Navarra que el «cambio político» vendría de acuerdos con el PSN. NaBai ha desarrollado una estrategia electoralista que, a pesar de los buenos resultados obtenidos, no deja de ser a la hora de hacer cuentas un espejismo virtual al que le falta una importante dosis de realismo social y pragmatismo político. Porque sin cambiar el estatus político actual de Nafarroa o sin cambiar la actual situación del euskara hablar de cambio es vender humo.
La izquierda abertzale también debe hacer sus reflexiones y sus análisis, sus autocríticas, sin lugar a dudas, pero en el camino de avanzar y posibilitar movimientos para abordar nuevos escenarios, la izquierda abertzale ha estado y va a seguir estando con toda la voluntad necesaria para encontrar vías que favorezcan puntos de encuentro que posibiliten los cambios necesarios.
Se han perdido muchas e importantes oportunidades y, a pesar de todo, la izquierda abertzale ha permanecido fiel a sus principios democráticos y a trabajado muy duro superando el apartheid, la exclusión social y política, el chantaje económico, la represión policial... es hora de abordar dinámicas sociales y políticas para el verdadero cambio político que la sociedad navarra solicita y el conjunto del país reclama.
Madrid, de la mano de sus delegaciones provinciales, UPN-PSN, no va a permitir que Nafarroa estructure alianzas políticas en clave de cambio político y democrático, y va a romper cualquier posibilidad de este tipo.
Es más, el día en que NaBai suponga un serio peligro para la estabilidad del marco político que Madrid nos impone, NaBai se romperá.
No estamos en este viaje para sacar a Sanz o a Puras, este viaje necesita otras alforjas, estamos aquí para abordar soluciones democráticas que afectan a la ciudadanía Navarra y especialmente a las capas sociales más desfavorecidas.
Ahora todos debemos reflexionar, pero que nadie se duerma, porque hay que seguir peleando para construir este país.
Las cosas están más claras que nunca: el futuro de Nafarroa tiene dos únicas posibilidades, o plegada a los intereses de Madrid como provincia española y de segunda o, por el contrario, unida a las demás provincias vascas, recuperando su verdadero protagonismo político y social en un proyecto nacional vasco.