Errazti augura que el PSN seguirá «bajo los poderes fácticos ultras»
La presidenta de EA, Begoña Errazti, declaró ayer que no contempla la posibilidad de elecciones anticipadas en Nafarroa porque, a su juicio, Miguel Sanz «gobernará cómodamente», ya que el PSN «nunca ha hecho oposición» y se situará «una vez más bajo UPN, bajo los poderes fácticos ultras». También afirmó que los partidos políticos tienen la «obligación» de retomar el proceso de paz «una y otra vez».
GARA | IRUÑEA
La reelección de Miguel Sanz como presidente del Gobierno navarro no ha sido «ninguna sorpresa» para la presidenta de EA (partido que forma parte de Nafarroa Bai), teniendo en cuenta que el PSN «se ha negado a que haya una alternativa progresista». Begoña Errazti señaló que a lo largo del pleno de investidura se ha podido ver a Sanz «nuevamente defendiendo una Navarra del enfrentamiento, de la crispación, de la negación de derechos, de política de privatizaciones en ámbitos concretos como la Sanidad», y auguró que el nuevo Ejecutivo «no sólo no va a generar diálogo político, sino que lo va a impedir».
A su juicio, el anuncio de Miguel Sanz de que convocará elecciones anticipadas si Nafarroa «se hace ingobernable» es «una amenaza más» y «un argumento teórico de dominio sobre el Partido Socialista, de chulería incluso», porque Sanz «sabe que no va a suceder».
Errazti se mostró convencida de que el nuevo Ejecutivo de UPN-CDN «va a gobernar cómodamente con el PSN», y añadió que aunque existan «algunos militantes molestos, los socialistas han estado colaborando y votando a la vez que la derecha más recalcitrante» en las instituciones de Nafarroa.
Según la presidenta de EA, «la decisión que de manera muy teatral llevaron a Madrid» sobre el posible acuerdo con NaBai e IUN estaba «tomada ya». En esta línea, aseguró que, «para que no les lincharan en mitad de la calle», los responsables del PSN tuvieron que pedir en Madrid «decidnos por favor que no», ya que «era evidente que no apostaban por una alternativa de progreso».
Por otro lado, la dirigente de EA insistió en la necesidad de impulsar «cambios» en el marco jurídico y «avances en la soberanía», lo que debe «pasar por un referéndum». «Eso es lo que está en el acuerdo de Gobierno (de Lakua), eso es el compromiso de EA y del PNV con la ciudadanía y, por lo tanto, se tiene que cumplir», subrayó.
Además, indicó que el PSOE «no es coherente en sus posiciones», como a su entender se ha puesto de manifiesto en Nafarroa y Catalunya.
«Cambio estatutario»
Begoña Errazi insistió en que «lo que hay que hacer es seguir preparando democráticamente un cambio estatutario y una consulta popular», porque ése es «el compromiso con la ciudadanía y hay que cumplirlo».
Por ello, considera que, independientemente de qué tesis triunfen en el proceso interno que afronta este año el PNV, «es una obligación» que tiene esta formación, «lo mismo que EA».
En relación al futuro de la fórmula del tripartito, dijo que «queda legislatura y quedan muchas cosas que hacer», y añadió que «en un futuro más próximo pueden cambiar mucho las cosas». En esta línea, comentó que la política vasca estará «muy cambiada» en los próximos dos años, aunque no precisó en qué sentido ni si se llevarán a cabo «otras alianzas».
En cuanto a la posibilidad de que pueda retomarse el denominado «proceso de paz», la presidenta de EA opinó que «ahora mismo estamos en una situación muy mala». No obstante, incidió en que las fuerzas políticas tienen «la obligación de retomarlo».
Aseguró Errazti que su partido tiene «la interlocución abierta entre la mayoría de las fuerzas políticas vascas», incluida la izquierda abertzale, porque eso «es lo normal». No obstante, matizó que no ha sido posible entablar interlocución con el PP porque este partido «no ha querido» y se ha colocado «en el `no' permanente y haciendo del conflicto vasco, del sufrimiento de los vascos, de la violencia, una bandera de marketing, de publicidad política».
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso español, Diego López Garrido, aconsejó ayer a UPN que no escuche «los efluvios de Génova para dividir y crispar», y aseguró que el PSN piensa colaborar «lo más posible» con Nafarroa Bai en la tarea de oposición.
Después de aupar a Miguel Sanz a la presidencia del Gobierno navarro, el dirigente del PSOE se mostró convencido de que «las cosas van a cambiar». En este sentido, prometió una «oposición constructiva y leal pero contundente» por parte del PSN, y la calificó como «oposición útil».
Tras afirmar que su partido «es una fuerza de gobierno que aspira a gobernar y que seguro que gobernará en Navarra», dijo que no hay ningún veto a Nafarroa Bai y que se trata de una formación «absolutamente democrática» con la que el PSOE mantiene «espléndidas relaciones».
«En absoluto consideramos que no pueda gobernarse con Nafarroa Bai por razones de veto a sus orígenes o sus componentes. Ahora no se dan condiciones, pero quién sabe en el futuro», precisó el portavoz parlamentario del PSOE.
Por su parte, el ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall manifestó que Rodríguez Zapatero está «acomplejado» por el PP en política territorial y por ello la dirección federal ha dejado al PSN «en la estacada» al rechazar su apuesta de pacto con Nabai e IUN. Maragall calificó de «error estratégico monumental» el hecho de que el PSOE haya preferido que en Nafarroa gobierne la derecha «españolista y regionalista», y comentó que «es como si en Italia Prodi le hubiera regalado una región a Berlusconi».
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