Rafa Díez subraya que «todas las cartas están boca arriba» para retomar el proceso
Analizando las claves del actual escenario político en Euskal Herria, Rafa Díez Usabiaga resalta que lo ocurrido en Nafarroa es «la mejor prueba» de que, durante el proceso de diálogo, «algunos no estaban dispuestos a recorrer el camino para un auténtico cambio político».
GARA | BILBO
«Da la impresión de que esto ha fracasado, que entramos en un nuevo ciclo y que todo el mundo está a la espera de acontecimientos que tienen mucho más que ver con un clima de confrontación que de soluciones», comentó ayer el secretario general de LAB, en una entrevista con Europa Press, al hilo del colapso del proceso de negociaciones abierto el pasado año.
Si bien su anális parte de asumir que la ruptura del proceso «está ahí», también destacó que todas las partes «han desarrollado posiciones y propuestas negociadoras» y, por tanto, «independientemente de la ruptura, que es objetiva, todas las cartas están encima de la mesa y todas las partes saben lo que tienen que hacer para reconstruir» el escenario de negociaciones.
Rafa Díez Usabiaga entiende que, tras los resultados de las elecciones de mayo y la ruptura del proceso y del alto el fuego de ETA, que han sido «un shock» para la clase política y la sociedad, la situación es «políticamente muy inestable y socialmente muy confusa». En ese sentido, cree que hay que seguir «apostando, trabajando y exigiendo» para que se continúen realizando esfuerzos por impulsar «un proceso con bases sólidas, un proceso de diálogo y negociación hacia el acuerdo».
A PSOE y PNV
El dirigente de LAB también comentó que, viendo la posición del PSOE y las «declaraciones y actuaciones de Zapatero», la realidad «objetiva» es que el Gobierno español «de una u otra manera ha dado por rota una situación de diálogo y negociación». Y añadió que «en la hoja de ruta» del PSOE sólo existe «la referencia de ganar las elecciones» porque su prioridad «no es la paz».
Sostuvo que la actitud del PSOE en Nafarroa es la «mejor prueba» de lo ocurrido en el proceso y en las negociaciones de Loiola. Además, censuró que el presidente del EBB, Josu Jon Imaz, pretende «descontaminar» al PNV del «virus autodeterminista» que venía manteniendo desde Lizarra y, por ello mismo, «está permanentemente ofertando una reforma del marco jurídico vigente en la que entrega la capacidad de veto al PSOE».
Tras asegurar que existen «guiños evidentes» entre líderes del PSOE y el discurso de Imaz, y que ambos «empiezan a emitir en sintonías bastante similares», señaló que «su `famoso' artículo `No imponer, no impedir' denota cierto complejo de ser abertzale. Da la impresión -agregó- de que está pidiendo perdón por ser abertzale».