El antiquísimo récord de kostadinova peligra ante la brillante progresión de la croata blanka vlasic
Veinte años. El próximo 30 de agosto se cumplirán dos décadas desde que la búlgara Stefka Kostadinova superó un listón situado sobre 2,09 metros. Eran otros tiempos. Nadie ha conseguido superar esta marca. Pero la croata Blanka Vlasic amenaza con lograrlo.
Benoit PETIT
La saltadora croata Blanka Vlasic, después de sus 2,07 metros del martes en Estocolmo, está madura para volar sobre la barrera mágica de los 2,10 metros y así borrar la plusmarca mundial de la búlgara Stefka Kostadinova, una de las más viejas del atletismo con casi veinte años de antigüedad.
El récord de salto de altura (2,09 metros) está vigente desde la noche del 30 de agosto de 1987 en Roma. La hazaña de la joven Kostadinova, 22 años en la época, entonces fue eclipsada por otra realizada deshonestamente por Ben Johnson: el canadiense había fulminado el mundo del atletismo reduciendo la plusmarca de los 100 metros en una décima (9.83). Un tiempo que fue posteriormente anulado por dopaje.
En las pruebas individuales femeninas sólo existen actualmente tres récords más antiguas que el de altura: los 47.60 de la alemana -entonces del Este- Marita Koch sobre 400 metros (6 de octubre de 1985), los 1:53.28 de la entoces checoslovaca Jarmila Kratochvilova sobre 800 metros (26 de julio de 1983) y los 22,63 metros de la rusa Natalya Lisovskaya en peso (7 de junio de 1987).
Pero estas tres marcas absurdas, increíbles comparadas a las normas internacionales actuales, parecen salir de otro tiempo, de otro planeta. Nadie se ha acercado, de ahí la dificultad para batirlos... Eso da más relieve aún al resultado de Vlasic, a su progresión metódica esta temporada.
El martes, cuando la croata se lanzó a por su tercer intento sobre 2,07 en el estadio que acogió los Juegos de 1912, nadie había superado ese listón al aire libre desde que lo hiciera Kostadinova en Sofía el 3 de setiembre de 1988. Y cuando Vlasic cayó sobre la colchoneta sin que la barra temblase, el público lo celebró por todo lo alto, a pesar de que su saltadora favorita, la atleta local Kajsa Bergqvist, había terminado su concurso mucho antes (1,98 m).
Por cuarta vez en esta temporada, la joven de Split intentó a continuación 2,10 m, la barra que habría relegado a Stefka Kostadinova a la segunda fila de la historia. No pudo ser. «Estaba cansada. Habría sido necesario el salto perfecto y no lo hice», comentó.
Centímetro a centímetro
En cuatro meses, Vlasic ha ido mejorando centímetro a centímetro su marca personal. En Doha, el 11 de mayo, saltó 2,04. En Madrid, el 21 de julio, 2,05. En Salónica, el 30 de julio, 2,06. Y ahora, en Estocolmo, 2,07. Cuenta a su favor con la regularidad: 13 concursos esta temporada, de los cuales en 11 ha superado la barrera de los 2 metros. Es un elemento indispensable para brillar en altura. Le falta la experiencia de los grandes Campeonatos al aire libre, con un palmarés huérfano de medallas. «Pero sé que ahora todo es posible», sostiene.
En la final de los Mundiales de Osaka, el 2 de setiembre, luchará primero por el oro y luego por la marca. Veinte años después de Kostadinova. Veinte años, una bonita edad. Pero, para un récord, indudablemente, la tercera edad.