otro desastre amenaza irak
Una grieta en un dique amenaza con arrasar mosul
Mientras la atención del mundo se concentra en las diarias matanzas en Irak, un devastador desastre amenaza el norte del país, donde un muro de la presa gigante que contiene al río Tigris en el norte de la ciudad kurda de Mosul está en riesgo de colapsarse.
Patrick COCKBURN
«La Jornada»
Se puede venir abajo en cualquier momento», dice un trabajador humanitario de alto nivel, que tiene conocimiento de la lucha llevada a cabo por ingenieros estadounidenses e iraquíes para salvar la represa. «Hay muchas posibilidades de que ocurra un desastre», añade.
Si en efecto, el dique se rompe, una pared de agua arrasará Mosul, la tercera ciudad más grande de Irak, con una población de 1,7 millones de personas, ubicada 400 kilómetros al norte de Bagdad. Expertos aseguran que la inundación destruirá el 70% de Mosul y dañará seriamente todo lo que exista a 300 kilómetros de distancia del río Tigris. La presa fue construida entre 1980 y 1984, y durante mucho tiempo se ha sabido que la estructura peligra debido al inestable subsuelo rocoso. «El dique se construyó sobre un cimiento de marga, yeso soluble, anhidrita y piedra caliza kárstica», explicaron especialistas en un comunicado difundido por la embajada estadounidense.
«La disolución (de dichos minerales) incrementa el riesgo de que el muro de la presa se desplome». De hecho, el estado del muro de la presa, de 3,4 kilómetros de largo y que contiene unos 8 mil millones de metros cúbicos de agua en el lago de reserva más grande que existe en Irak, se ha deteriorado a velocidad creciente. Según una fuente, el riesgo de que ocurra un total e inmediato colapso de la presa se considera «razonablemente alto» dentro del actual nivel que alcanza el agua que contiene, y es «totalmente seguro» que esto ocurrirá dentro de unos años.
Los esfuerzos para prevenir el colapso de la presa son desestimados por el ministerio de Recursos Acuíferos de Irak, pero el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense ha monitoreado continuamente el deterioro de la estructura y ha hecho repara- ciones de mantenimiento.
Pero un reporte estadounidense independiente de la declaración de la embajada señala que «debido a daños fundamentales e irreversibles a los cimientos de la presa, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense cree que no se puede garantizar que la presa de Mosul no sufrirá un colapso catastrófico».
Irak, el lugar en que ocurrió el diluvio bíblico, es muy vulnerable a las inundaciones porque es una planicie al sur de las montañas kurdas. Antes de que se construyeran los diques y otras medidas de control de las aguas a principios del siglo XX, eran muy frecuentes las inundaciones desastrosas cuando había deshielos en las montañas de Turquía.
La gran mayoría de los iraquíes vive a lo largo de los ríos Tigris y Éufrates. Si la presa de Mosul llega a romperse, especialistas dicen que el impacto de la inundación afectará todo el largo del valle del Tigris. Esto implica serios daños a ciudades como Tikrit y Samarra, y la inundación podría llegar hasta Bagdad, donde habitan seis millones de personas, aunque para entonces la fuerza con la que circularía el agua habría disminuido.
Dado que el Gobierno iraquí ejerce sólo un control intermitente sobre la zona norte de la capital, poblada mayoritariamente por árabes sunitas, es poco probable que lleve a cabo medidas efectivas para salvar vidas.
El principal método empleado para reforzar los cimientos de la presa de Mosul es inyectar cemento líquido al subsuelo o rellenar las grietas de la estructura. Pero un estudio financiado por Estados Unidos indicó que la práctica del relleno, si bien no salvará la presa, debe continuar e incrementarse «para reducir el riesgo de que se venza».
Un panel internacional de expertos llamado por el Ministerio de Recursos Acuíferos también determinó que se debe poner un límite al nivel de agua que puede guardarse en la reserva, lo cual se hizo en abril del año pasado.
Sin embargo, el Ministerio no respondió a preguntas que dicho panel hizo a sus miembros vía correo electrónico y teléfono sobre el estado de deterioro de la presa.
«Bomba de tiempo a punto de estallar»
«Es una bomba de tiempo que sólo espera el momento de estallar», señaló un trabajador humanitario. Todos saben de la amenaza, pero tienen otras preocupaciones, y para beneficio de los extranjeros en el país, el tema de la presa ahora está en manos de los iraquíes». Agregó que en algunos equipos de comunicación del personal estadounidense en Irak, existe un «botón de pánico» que deberá presionarse en cuanto la presa empiece a vencerse.
El subsuelo inestable debajo del dique se conoce desde hace mucho tiempo. El Gobierno iraquí estuvo tratando de parcharlo durante 19 años. No está claro por qué la presa, conocida como «la presa Saddam» antes de 2003, fue construida donde está, dado que debajo hay roca soluble. El hecho de que la construcción comenzó en 1980, el primer año de la guerra entre Irán e Irak, y que la reserva empezó a llenarse cuatro años más tarde, puede explicar el motivo por el que se cometió un error tan grande cuando se construyó la presa.
Durante los primeros años de la guerra con Irán, Saddam Hussein comenzó un periodo de construcciones apresuradas para demostrarle a su pueblo que el conflicto no detendría el desarrollo económico. El boom de la construcción, financiado con préstamos de Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Arabes Unidos, involucró demasiados proyectos que las autoridades no podían monitorear adecuadamente.
La presa tiene instalada una capacidad hidroeléctrica para producir 750 megavatios de electricidad y otras de sus funciones son la prevención de inundaciones, proveer de agua para riego y para consumo en la municipalidad. Debido a la escasez crónica de electricidad en Irak, no existen condiciones para reducir la cantidad de electricidad que se genera en la presa de Mosul o en ninguna otra fuente.
Debilidad constatada de la presa
La debilidad de la presa se evidenció al poco tiempo de que se terminara de construir. Una declaración de la embajada estadounidense dice: «Para aminorar los riesgos, el Ministerio iraquí de Recursos Acuíferos ha llevado a cabo continuas operaciones de relleno para aminorar huecos y fracturas creadas por la disolución de los cimientos desde los años 90».
No se ha comprobado que estas medidas sean suficientes hasta ahora, pero el gobierno estadounidense está tan preocupado que ha provisto los materiales de construcción necesarios, el equipo más avanzado tecnológicamente y refacciones. La Organización de Alimentos y Agricultura de la ONU (FAO) también ha aportado equipo nuevo para las operaciones de relleno durante el último año.
La rotura de la presa sería profundamente dañina para el Gobierno iraquí y las autoridades estadunidenses en Irak porque los desastres de los últimos cuatro años ya han demostrado a los iraquíes la incapacidad de estos poderes de gobernar el país de manera eficaz.