CRíTICA cine
«Desmembrados» Ejecutivos agredidos
Koldo LANDALUZE
Una fórmula que, desde aquellos ya lejanos días en los que un grupo de náufragos recaló en la isla del malvado Zaroff, siempre ha dado muy buenos resultados comerciales. Pero, la intención del cineasta británico no era la de dar una nueva vuelta de tuerca a este clásico del cine terror. Su referente mas cercano son la nueva hornada de filmes que, como en el caso de la minisaga «Hostel» o la reciente «Turistas», incide en los miedos externos que padecen los sufridos turistas norteamericanos cada vez que se les ocurre cruzar sus muy bien vigiladas fronteras y se adentran en el terror externo.
La intención de Smith, en este caso, alcanza un alto grado de ingenio ya que el grupo de turistas retrato para la ocasión, son una cuadrilla de empleados de una empresa armamentística que, a lo largo de un intenso fin de semana, participará activamente en uno de esos «Juego de guerra» fictícios perpetrados por las empresas para unir lazos entre los empleados mientras se disparan bolitas de colores.
La particularidad de este viaje radica en que estos guerrilleros de fin de semana, cavarán sus trincheras y dispararan sus fusiles de juguete en un remoto rincón centroeuropeo asolado por las minas y balas que ha construido la empresa para la cual trabajan. Esta rocambolesca premisa le permite a Smith afilar su discurso mucho más que en su anterior y fallida «Creep» lo cual da como resultado una serie de situaciones muy divertidas y concretadas en las relaciones personales de los protagonistas.
Tal y como cabría prever, la historia da un giro completo en cuanto los soldaditos de oficina tropiezan con un grupo guerrillero que los convertirá en objetivo de una cruenta cacería humana. El humor desaparece y la sangre y los gritos acaparan el interés de una función que hubiera sido mucho más interesante si hubiera optado por una resolución mucho más guiñolesca.