GARA > Idatzia > Mundua

Situación desesperada en las zonas rurales tras el terremoto de Perú

Cuatro días después del terremoto que arrasó la costa sur de Perú, los equipos de rescate cesaron sus tareas de búsqueda de supervivientes en las localidades más afectadas, mientras la situación en las zonas rurales es desesperada, según denuncia Intermón Oxfam.

p028_f01_097x139.jpg

GARA |

La ayuda humanitaria continúa llegando a Pisco, Ica, Chincha y Cañete, las localidades más afectadas por el terremoto de 8 grados en la escala Richter que el miércoles arrasó el sur de Perú, en medio del caos y de las protestas de los centenares de damnificados que la consideran «insuficiente». Sin embargo, en las zonas rurales de difícil acceso de las inmediaciones la situación es «desesperada», según Intermón Oxfam, que afirma que necesitan «urgentemente» todo tipo de ayuda.

Señala que en los próximos días proporcionará agua potable, refugio e instalaciones sanitarias a unas 2.000 familias que viven en núcleos rurales de muy difícil acceso y que también se han visto afectadas.

Intermón Oxfam asegura que las áreas urbanas están siendo «mejor atendidas», pero que las zonas rurales y la periferia de la ciudad de Pisco «han recibido muy poca atención». La carretera de acceso al área rural de Pisco está «completamente bloqueada, porque un cerro se ha derrumbado sobre ella» y «hay gente caminando en busca de comida y personas tratando de llegar a las comunidades de las zonas altas antidas, porque no tienen noticias de lo que ha pasado con sus familias», explica.

Agua y comida

En Humay y Montesierpe «todas las casas están completamente derrumbadas» y «sólo algunas comunidades tienen pozos, lo que significa que no tendrán agua ni siquiera cuando se restablezca la electricidad», advierte. Además, otra preocupación para esta ONG es que en todos estos núcleos rurales «se están quedando sin comida».

En cualquier país del mundo, recuerda Intermon Oxfam, las áreas más pobres son las que «consistentemente sufren más durante y después de un desastre natural», pero, además, hay que tener en cuenta que en Perú el 49% de la población vive por deajo del umbral de la pobreza y casi el 32% sobrevive con menos de dos dólares diarios.

En las zonas urbanas, mientras tanto, los equipos de emergencia anunciaron ayer que daban por finalizadas las tareas de búsqueda de supervivientes y de recuperación de cadáveres y señalaron que a partir de ahora su trabajo será el derrumbe de los edificios que resultaron dañados por el movimiento sísmico y que pueden suponer un peligro. Si bien algunos expertos manifestaron que una persona puede permanecer con vida bajo los escombros un máximo de once días, otras fuentes explicaron que en el caso de las zonas afectadas era prácticamente imposible que hubiera supervivientes bajo las ruinas, ya que, al ser las construcciones de adobe, el problema no era tanto sobrevivir bajo el peso de los escombros sino la imposibilidad de respirar.

Saqueos y robos

Durante la jornada de ayer, militares y voluntarios seguían distribuyendo alimentos y agua potable a los damnificados, mientras la ayuda humanitaria seguía llegando al aeropuerto de Lima y, desde allí, a Pisco. También llegaron más soldados y policías para reforzar a los ya desplegados en las zonas afectadas con el objeto de mantener el orden y evitar los saqueos y robos que se están produciendo en hospitales, viviendas y tiendas de alimentación.

En cuanto al riesgo de epidemias, el presidente peruano, Alan García, descartó cualquier posibilidad en ese sentido ya que, manifestó, los cadáveres están siendo retirados rápidamente de las calles, pero las organizaciones humanitarias que advierten de este peligro no se referían a una posible rápida descomposición de los cuerpos, debido a las bajas temperaturas, sino al consumo de agua en mal estado, ya que las redes de distribución de agua y de saneamiento están destruidas.

En medio de esta situación, no cesan las réplicas del terremoto que arrasó la zona. Según el Instituto Geofísico de Perú, el país ha sufrido cerca de 430 tras el terremoto del miércoles, una docena de ellas entre 5 y 7 grados en la escala de Richter. La última, de 5,5 grados, el sábado.

El Gobierno prorroga el estado de emergencia en diez departamentos por la ola de frío

El Gobierno de Perú prorrogó ayer el estado de emergencia en diez departamentos del país afectados por una intensa ola de frío, en momentos en los que la ayuda humanitaria se concentra en socorrer a los damnificados por el terromoto.

La medida, publicada ayer en el diario oficial «El Peruano», afectará por un periodo de treinta días, a Pasco y Junín, en el centro del país, así como a Ayacucho, Apurímac, Arequica, Cuzco, Huancavelica, Moquegua, Puno y Tacna, todos en el sur.

Desde el pasado mes de abril, la ola de frío ha causado la muerte de al menos setenta niños por neumonía, según el Ministerio peruano de Salud.

Los termómetros han llegado a bajar hasta los diez grados bajo cero en Puno, región fronteriza con Bolivia y donde la mayoría de su población se dedica al comercio, la agricultura y la ganadería de supervivencia. GARA

 
Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo