Combatir la tortura, construir soluciones
El calendario festivo se apodera en estos días de Bilbo, que vive con intensidad su Aste Nagusia. Al igual que ha ocurrido en el resto de capitales de Euskal Herria, y en buena parte de las localidades vascas que celebran sus fiestas en el periodo veraniego, en las calles de Bilbo se entremezclan la realidad especial de unas jornadas de disfrute con la realidad cotidiana, que se muestra también en el marco de estas celebraciones.
De este modo, la Aste Nagusia bilbaina acogía ayer un acto de solidaridad con las víctimas de la tortura que, en esta ocasión, ha querido recordar a Juan Calvo, al cumplirse catorce años de su muerte. Calvo murió asfixiado mientras permanecía detenido por la Ertzaintza. Sin duda, ese acto de recuerdo a una persona cuya detención no tenía connotaciones políticas es del todo oportuno, porque es importante páginas en blanco en la memoria, algo aún más importante cuando, como vemos todos los días, no todas las personas que sufren situaciones de violencia gozan de la misma consideración ni sus familiares reciben el respeto que requieren todas las víctimas de un conflicto político.
De lamentable hay que calificar lo actuado días atrás por el Departamento de Interior de Lakua con respecto al acto de recuerdo a los tres militantes abertzales fallecidos en Morlans hace ya dieciséis años. Itziar, Ormaetxea y Leunda murieron acribillados por los disparos de la Guardia Civil y sus familiares y amigos les han venido recordando cada año hasta que unos agentes bajo las órdenes de Javier Balza les han arrebatado las fotografías de los suyos de las manos. Con ese tipo de actuaciones, Lakua puede intentar zafarse de la presión por las críticas recurrentes a la Ertzaintza desde sectores del PP y el PSOE, pero lo que en ningún modo hace es demostrar una buena actitud para la superación del conflicto. Ayer, en Bilbo, se tuvo presente a las víctimas de la tortura, víctimas invisibles para las instituciones de este país. Hay que reforzar en todos los ámbitos el compromiso contra la tortura, porque con él se contribuye a un escenario democrático en Euskal Herria.