Accidente en Japón
Espectacular incendio de un avión sin consecuencias para sus pasajeros
Un avión comercial de la compañía taiwanesa China Airlines sufrió ayer un espectacular incendio pocos minutos después de aterrizar en el aeropuerto de Naha, capital de Okinawa, sin consecuencias para sus 157 pasajeros. Sólo dos de sus ocho tripulantes y un trabajador del aeropuerto que colaboraba en las tareas de extinción de las llamas resultaron heridos. Al parecer, el fuego se inició en uno de los motores de la nave y se extendió a la cabina del pasaje.
GARA | NAHA
Casi la totalidad de los pasajeros y miembros de la tripulación del Boeing 737-800 de la compañía taiwanesa China Airlines salieron milagrosamente ilesos del espectacular incendio que se desató en el aparato poco después de aterrizar en el aeropuerto de Naha, capital del archipiélago de Okinawa (sur de Japón), y lo destruyó prácticamente en su totalidad. «Todos están a salvo. No hay nadie en el avión», aseguró un responsable de los bomberos.
La aeronave comercial, con procedencia de Taipei, se incendió repentinamente tan sólo pocos minutos después de tomar tierra sin problemas a las 10.27 hora local (03.27 hora de Euskal Herria) sobre la pista de Naha y el fuego se propagó «justo después de que sus 157 pasajeros, incluidos dos bebés que viajaban sin billete, y ocho miembros de la tripulación hubieran abandonado el aparato», según señaló el portavoz de China Airlines, Johnson Sun, desde Taipei.
«El aparato aterrizó a su hora en el aeropuerto de Okinawa; todo el vuelo se desarrolló con normalidad, incluso el despegue y el aterrizaje, que se realizaron siguiendo los procedimientos apropiados, hasta que el piloto informó de que se había desatado un incendio. No hubo nada erróneo o extraño durante el vuelo», explicó el portavoz de la compañía aérea, quien añadió que «la tripulación, entonces, siguió el procedimiento de evacuación de los pasajeros».
Según parece, fueron los controladores aéreos los que percibieron el humo que salía del avión pocos minutos después de su aterrizaje y se pusieron en comunicación con la tripulación, a la que solicitaron que evacuaran el aparato.
Fuga de combustible
Las primeras investigaciones sobre este suceso apuntan a una posible fuga de combustible como causa del incendio que se originó en el motor situado debajo del ala izquierda del aparato, antes de que explotara y gigantescas llamas y columnas de intenso humo negro se extendieran a la cabina del pasaje y envolvieran el avión. La explosión del motor, según el funcionario del Ministerio nipón de Transporte Akihiko Tamura se produjo tan sólo un minuto después de que el avión entrase en el área de estacionamiento.
«Por un pelo»
«Cuando terminaron la evacuación, las llamas invadieron todo el avión. Por un pelo», añadió el testigo.
Dos pasajeros chinos que se encontraban enfermos, un hombre de 57 años y una niña de 7, tuvieron que ser trasladados en ambulancia a un centro hospitalario y un bombero sufrió una conmoción, pero el estado de ninguno de ellos era preocupante. Además, dos miembros de la tripulación y un trabajador del aeropuerto de Naha que participó en las tareas de extinción del fuego sufrieron heridas leves.
Varios accidentes fatales
La compañía taiwanesa China Airlines ha sufrido varios accidentes con consecuencias fatales en los últimos veintiún años. El más grave de ellos, por el elevado número de víctimas, 264, tuvo lugar también en Japón, el 26 de abril de 1994.
Ese día, «como consecuencia de una increíble serie de errores (incapacidad en el manejo del piloto automático) por parte de la tripulación durante la fase de aproximación, según la compañía, un Airbus A300 con 271 personas (256 pasajeros y 15 miembros de la tripulación) a bordo se estrelló en el momento de aterrizar en el aeropuerto de Nagoya, en el centro del país. Aquel siniestro provocó 264 víctimas mortales, ya que siete viajeros lograron sobrevivir.
El 16 de febrero de 1998, también un Airbus A300, procedente de Bali, se estrelló cuando intentaba aterrizar, en condicio- nes relativamente malas, en el aeropuerto internacional de Taipei, capital de Taiwán, después de chocar contra varios edificios antes de incendiarse y explotar. Como consecuencia de este accidente fallecieron 202 personas, incluidos los 182 pasajeros y los 14 miembros de su tripulación.
En 2002, otro Airbus A300 de la aerolínea taiwanesa se estrelló cuando sobrevolaba Taipei en dirección a Hong Kong, cayendo al mar en en el distrito de Penghu ocasionando la muerte de 225 personas.
Otros dos accidentes de menores consecuencias aunque también con víctimas mortales tuvieron lugar en la década de los ochenta de siglo pasado.
El 26 de octubre de 1989, un Boeing 737 se estrelló contra una montaña a causa de un mal procedimiento de salida utilizado por la tripulación, sin que hubiera supervivientes entre sus 47 pasajeros y los 7 miembros de la tripulación.
El 16 de febrero de 1986, otro Boeing 737 cayó al mar en las proximidades del aeropuerto de Makung, con seis pasajeros y siete miembros de la tripulación. El aparato falló en la aproximación y rectificó, y unos segundos más tarde cayó al mar. No hubo supervivientes.
Por lo que respecta a su tamaño, la compañía aérea taiwanesa China Airlines es la número 34 del mundo y ocupa el puesto número diez en la región Asia-Pacífico.