La falta de noticias -su escasez, por ser precisa- en agosto ha dado lugar a la creación de la mal llamada «serpiente del verano», que en realidad se refiere a las informaciones que cada año se repiten en torno al misterioso monstruo del lago Ness. En «Abc» el monstruo del lago no es otro que ETA y la izquierda abertzale.

Un delirante reportaje firmado por Javier Pagola en el rotativo de Vocento empezaba de forma prometedora: «ETA también cobra el 'impuesto revolucionario' en forma de votos: `vosotros apoyáis en las urnas mi marca electoral -Batasuna, PCTV, ANV- y Euskadi ta Askatasuna os garantiza durante los próximos años la paz en el municipio.'» La cosa promete.

Según el experto en monstruos, «una mayoría de los vecinos de Hernani, Oyarzun, Pasajes, Lezo, Usúrbil, Vergara, Azpeitia, Mondragón... se plegaron al chantaje el pasado 27 de mayo. Y ETA, como recompensa por el triunfo de ANV y el correspondiente control de sus ayuntamientos, ha blindado estos municipios de los actos de `kale borroka'». Si la realidad le vuelve la espalda, no se preocupen: volverá el argumento como un calcetín: «Habrá quien vota las candidaturas de ETA por el mero hecho de simpatizar con la banda y sus procedimientos gangsteriles, pero una apreciable mayoría de ese segmento lo hace simplemente para comprar su tranquilidad», Y lo pone en boca de «expertos en la lucha antiterrorista».

Piensen por un segundo lo que creerán ver los lectores españoles de Pagola: «El precio que han pagado sus habitantes por la aparente paz -la de los cementerios- es demasiado elevado: su falta de libertad, su sometimiento a la tiranía, su resignación a sobrevivir, callados, en un régimen euskotalibán. Es pura mafia (...)».

Si el pájaro de «ABC» se dedicara a los monólogos humorísticos les aseguro que no faltaría a un solo pase. Lean, lean: «El pasado día 4, atacaron varias entidades bancarias, la sede del PNV y el juzgado de paz de Ondárroa, un tradicional feudo perdido por ETA-Batasuna. Los `borroka' represalían a sus habitantes porque, en lugar de prestarse al juego de la abstención o el voto nulo, que la banda los hubiera rentabilizado como propios, se decantaron por otras candidaturas». Lo cierto es que los votos anulados de ANV representaban la mayoría absoluta de los emitidos, pero eso es la verdad. De lo que se trata es de mentir a su propia parroquia. Seguiremos leyendo las fábulas sobre el monstruo del lago Ness.