El entrenador de Osasuna, José Ángel Ziganda, reconoció que la escuadra que dirige está pendiente de nuevas incorporaciones. El equipo tiene 21 licencias profesionales en estos momentos -podría inscribir cuatro más-, a lo que hay sumar los siete canteranos que han realizado la pretemporada con la primera plantilla.

«Lo normal es que falten por llegar un par de jugadores», los cuales vendrían con la idea de aportar un plus al vestuario. «Deben ser buenos y que nos den más de lo que tenemos, deben garantizarnos eso», explicó el técnico de Larraintzar. De lo contrario, la apuesta está clara: «Hay chavales jóvenes que vemos que están compitiendo bien y que, si hay que echar mano de ellos, cumplen más que de sobra», indicó.

En cualquier caso, Ziganda confesó que «seguimos estando un poco cortos y con las lesiones habidas, todavía más, necesitamos esos dos hombres por puesto que nos den competencia y calidad».

La confirmación o no de esos fichajes repercutirá directamente en el número de canteranos que pasarán a formar parte de la plantilla de Primera División, aunque el míster ya los considera a todos ellos del primer equipo, tal y como apuntó.

«Es difícil pronunciarse sobre quién puede quedarse porque depende de quien venga. De todos modos, ellos saben que pueden tener su oportunidad en cualquier momento porque no desentonan para nada», aseguró Ziganda. Parados no van a estar porque, si no juegan con la primera plantilla, «lo harán con el B, ya que son jóvenes y necesitan de minutos».

Expectativas cumplidas

A la espera de que llegue alguno de esos mencionados refuerzos, el preparador rojillo analizó la pretemporada llevada a cabo, de la que confesó sentirse «contento» porque «en líneas generales, hemos cumplimentado el trabao conforme a lo previsto, con el hándicap grande e irreparable de las lesiones».

«El equipo ha competido bien, quitando un par de partidos en los que hemos andado justos. En Villarreal no estuvimos bien defensivamente, aunque en el resto lo hemos conseguido, y ayer (por el domingo) no lo demostramos pero se ha visto que podemos tener pegada», amplió.

Pese a la buena tónica de la pretemporada y en coherencia con su carácter autoexigente, Ziganda volvió a insistir en que el equipo «debe ser, desde el principio de esta campaña, más fuerte y sólido que lo que lo fue el año pasado».

Mucho ha cambiado la escuadra navarra desde la temporada pasada, con la marcha de numerosos hombres importantes -el técnico calculó que éstos anotaron un 70% de los goles-, pero ello se ha remedado con la llegada «de gente con mucha personalidad y chavales con la ilusión de subir y competir».