Seúl se compromete a retirarse de Afganistán a cambio de los rehenes
El Gobierno de Seúl se ha comprometido a retirar antes de final de año sus tropas de Afganistán y, lo que es quizás más importante, a prohibir a las numerosas misiones cristianas surcoreanas hacer proselitismo en el país asiático. A cambio, los talibán, conscientes del veto estadounidense a un intercambio de prisioneros, pondrán pronto en libertad a los 19 rehenes evangelistas surcoreanos en su poder.
GARA |
La resistencia talibán anunció ayer que pondrá en libertad a los diecinueve evangelistas coreanos que mantiene como rehenes desde hace seis semanas después de que el Gobierno de Seúl se comprometiera a retirar sus tropas de Afganistán.
Igualmente, el Gobierno surcoreano ha dado su palabra de que impedirá a las numerosas misiones cristianas surcoreanas presentes en el país asiático proseguir con su proseilitismo.
«Los rehenes serán liberados en tres o cuatro días», confirmó a la agencia France Press Mohamed Zahir, un jefe tribal de la zona y mediador clave en las negociaciones directas que se reanudaron ayer por la mañana en el entorno de Ghazni, al sur de la capital, Kabul, entre emisarios talibán y diplomáticos surcoreanos.
Horas más tarde, un responsable de la resistencia talibán anunciaba la puesta en libertad «próximamente» de los rehenes. El portavoz de este movimiento islamista rigorista que fue desalojado del poder por los bombardeos estadounidenses de finales de 2001 aseguró que «debemos decidir la modalidad de la liberación, si en grupos o todos a la vez».
«Repartidos por todo el país»
Otro portavoz talibán aseguró a la agencia surcoreana Yonhap que serán puestos en libertad en grupos de tres o cuatro personas porque están «repartidos por todo el país».
La Presidencia de Corea del Sur confirmó que el acuerdo incluye su compromiso de retirar sus tropas (200 soldados) antes de final de año y de prohibir las actividades de los misioneros. No obstante, matizó que la retirada de su contingente militar había sido anunciada antes de la captura de los misioneros.
Nada trascendió sobre otras de las reivindicaciones de los talibán, concretamente la relativa al intercambio de los rehenes por un número equivalente de prisioneros afganos. La guerrilla reiteró esta exigencia después de ejecutar a dos de los misioneros capturados hace semanas.
El Gobierno títere de Kabul recibió una severa reprimenda por parte de EEUU después de que accediera a liberar a cinco comandantes talibán a cambio de la vida del periodista italiano Daniele Mastroggiacomo.
Un portavoz talibán, Qari Bashir, dio a entender que habrían renunciado a esa reivindicación «porque somos conscientes de que el Gobierno surcoreano no tenía posibilidades» de lograrlo.
Bashir añadió que, como muestra de buena voluntad, los talibán no atacarán a las tropas surcoreanas hasta su retirada aunque recordó que todos los surcoreanos «civiles» tienen «cuatro días» para abandonar suelo afgano. Añadió que, de lo contrario, serán considerados objetivo militar preferente de la guerrilla afgana.
Tres soldados de la OTAN murieron ayer en Afganistán en un atentado suicida, mientras que los enfrentamientos armados y los atentados, cada vez más intensos, han dejado un saldo de siete soldados afganos y un centenar de talibán muertos, siempre según el recuento oficial de las autoridades ocupantes.
Un kamikaze hizo explotar la carga explosiva que portaba sobre un puente al paso de un convoy de la OTAN. Tres soldados murieron y seis resultaron heridos, confirmó la Alianza, que no dio información sobre la nacionalidad de las víctimas.
Los alrededor de 50.000 soldados que ocupan suelo afgano, 37.000 bajo bandera de la OTAN y 12.000 estadounidenses, soportan crecientes pérdidas a medida que la ofensiva de los talibán intensifica sus ataques y sus atentados suicidas en todo el país.
Nueve soldados occidentales han muerto desde el pasado domingo, 153 desde el inicio de año, frente a las 191 bajas mortales militares occidentales en 2006.
La guerrilla lanzó el pasado lunes un asalto en toda regla sobre Musa Qala, capital del distrito de la provincia de Helmand, en el sur del país. La OTAN aseguró haber causado 13 bajas entre los guerrilleros.
Siguiendo en el sur, los talibán emboscaron a la milicia afgana armada por EEUU en la provincia vecina de Kandahar. El Gobierno de Kabul aseguró haber matado a siete guerrilleros.
Seis soldados de la milicia colaboracionista murieron en dos ataques con bomba cerca de la frontera con Pakistán, según informó ayer el Ministerio de Defensa a través de un comunicado.
