Francisco Umbral falleció ayer a los 72 años, a consecuencia de una insuficiencia respiratoria, en el hospital Montepríncipe de Boadilla del Monte, Madrid.

Umbral era el autor de un centenar de libros, pero, sin duda, destacó como articulista. Un articulista brillante, siempre irónico y, con frecuencia, polémico. Pero, sobre todo, un articulista «distinto», que destacaba por una singular utilización del lenguaje.

Recibió en vida numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1996 o el Premio Cervantes en 2000.

Entre sus numerosos libros, destacan «Las ninfas» (1975), «Mortal y rosa» (1975), «La noche que llegué al Café Gijón» (1977), «Trilogía de Madrid» (1984), «Madrid 1940: Memorias de un joven fascista» (1993) y «El socialista sentimental» (1999).

En marzo pasado publicó el último, «Amado siglo XX», en el que hizo balance de su vida y de todo un siglo, mezcando memoria y literatura, y que estuvo precedido de títulos como «Un ser de lejanías» (2001), «¿ Y cómo eran las ligas Madame Bovary?» (2003), «Los metales nocturnos» (2003) y «Días felices en Argüelles» (2005).

«No entindo cuándo he vivido, habiendo escrito tanto. Pero lo cierto es que he vivido, y mucho, y todo está escrito», afirmó el propio Francisco Umbral un día antes de recibir el Cervantes.

Su editora, Ana Gavin, destacó su faceta «más personal y vulnerable» y añadió que «solía encon- trarse inquieto ante la acogida de su obra entre los lectores, pese a la imagen de soberbia que pudiera transmitir».