Los enfrentamientos entre policías iraquíes y hombres armados que se desataron en la madrugada de ayer se han saldado con la muerte de al menos 52 personas en la ciudad santa chií de Kerbala, a pesar del toque de queda impuesto por el Ejecutivo en la ciudad, donde más de un millón de peregrinos de esta confesión mayoritaria en Irak se dieron cita, procedentes de todo el mundo, para conmemorar el nacimiento del imán Mohamed al Mahdi, uno de los doce líderes religiosos venerados por la comunidad chií, que permanece oculto desde el siglo IX.

Según explicaron fuentes policiales iraquíes a la agencia AP, milicianos del Ejército del Mahdi, milicia que dirige el clérigo chií Muqtada al Sadr, comenzaron a atacar a agentes de seguridad en los mausoleos de Al Hussein y Al Abbas en Kerbala ,que estaban bajo protección de las Brigadas Badr, brazo armado del Consejo Supremo Islámico, principal grupo chií en el Gobierno de Nuri al Maliki.

En declaraciones telefónicas admitieron a que además de armas de artillería pesada, se escucharon explosiones por la utilización de misiles de mortero en los enfrentamientos en los que además resultaron heridas otras 247 personas, incluidas mujeres y menores. Fuentes de Interior precisaron que la mayoría de fallecidos son policías y militares.

El portavoz del Ministerio de Interior iraquí, el general Abdul Karim Jalaf, explicó que «las entradas y las salidas a Kerbala han sido puestas bajos vigilancia y más fuerzas están de camino procedentes de otras provincias» para sumarse a dichas tareas de supervisión.

Jalaf, quien calificó de «criminales» a los agresores de los enfrentamientos, explicó que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha ordenado la movilización de varias tropas de Bagdad y sus alrededores que serán desplegadas en Kerbala. «La zona donde se están reuniendo (los peregrinos) ha sido evacuada a fin de controlar a estos criminales», explicó, al tiempo que precisó que los agentes de seguridad tratan de ahuyentar a milicianos en tres zonas de la ciudad vieja de Kerbala.

Sin embargo, los disparos continuaban escuchándose a última hora de la tarde de ayer en los alrededores de los templos chiíes que son el escenario principal de la festividad chií que culminará con celebraciones esta mañana. Excepto cinco víctimas mortales que perecieron en los enfrentamientos del lunes por la noche cuando peregrinos trataron de pasar los controles habilitados en las proximidades de la mezquita del imán Hussein, el resto falleció en los enfrentamientos de la pasada madrugada.

Sumida en el caos

Un miembro del Consejo de la Ciudad (Ayuntamiento) de Kerbala reconoció que el centro de la urbe, donde se encuentra el barrio de los mausoleos estaba ayer sumido en un caos con peregrinos corriendo en todas las direcciones, intentando escapar de los disparos sin saber de dónde proceden. Además, explicó que un cohete propulsado por una lanzacohetes explotó cerca de una mezquita de la ciudad. «No sabemos lo que está pasando, pero la gran afluencia de peregrinos es demasiada para los controles de seguridad y ahora hay disparos», confirmó.

Cámaras de televisión de AP grabaron imágenes de Kerbala anoche, ubicada a 80 kilómetros al sur de Bagdad, en las que se ve una auténtica melé de peregrinos huyendo en busca de un refugio, en medio de disparos, aparentemente efectuados al aire por agentes de la Policía.

Extremistas suníes también continuaron sus ataques contra los peregrinos chiíes que viajan hacia y desde Kerbala. En tres incidentes aislados, ocho personas, entre ellas un menor, resultaron heridos por disparos realizados por hombres armados desde o contra vehículos que regresaban a Bagdad, así como contra un grupo de feligreses chiíes también en la capital.