El ex ministro brasileño José Dirceu será procesado por el Tribunal Supremo por «corrupción activa» y «asociación ilícita», según anunció ayer esa corte en el último día de audiencias sobre los escándalos de 2005.

Los magistrados consideran que hay fundamentos para procesar a Dirceu por haber «conformado y dirigido» lo que la Fiscalía General ha descrito en sus denuncias como una «organización criminal», que obtuvo de forma «ilegal» recursos para sobornar a decenas de parlamentarios entre 2003 y 2005.

Los sobornos, según los cargos, sirvieron para dotar al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de la mayoría parlamentaria que no había logrado en las urnas en las elecciones de 2002, cuando fue elegido presidente de Brasil por primera vez.

El Supremo brasileño había aceptado el lunes las denuncias contra Dirceu, que era considerado el «brazo derecho» del presidente, por el delito de «corrupción activa», como presun- to «cerebro» y «jefe» de la «organización» que planificó y llevó a cabo los sobornos.

En ambos casos, las penas previstas oscilan entre los dos y los doce años de prisión, que se acumulan si el acusado es hallado culpable de ambos delitos.

Además de a José Dirceu, el Supremo ha decidido juzgar a 37 de los cuarenta acusados por el escándalo de los sobornos, entre los que figuran el ex ministro de Información Luiz Gushiken y el ex titular de Transporte Anderson Adauto. Asimismo, entre los procesados está el ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT) José Genoino y el ex tesorero Delubio Soares, así como dirigentes y ex parlamentarios de otros cuatro partidos.

Dirceu, el personaje más relevante del proceso por su estrecha relación con Da Silva, asumió la cartera de Presidencia en enero de 2003.