Las organizaciones sociales y sindicales de la región Media Luna de Bolivia, que engloba a los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando, Cochabamba y Chuquisaca, expresaron ayer su rechazo al paro cívico convocado por la oposición en contra del Gobierno de Evo Morales y en «defensa de la democracia», de la capitalidad plena para Sucre -en sustitución de La Paz- y en apoyo a cuatro magistrados del Tribunal Constitucional procesados. La protesta tuvo un seguimiento parcial y estuvo marcada por actos vandálicos, informaron las autoridades.

En un primer balance, el Gobierno manifestó que el paro «no fue contundente ni pacífico, como había sido anunciado» y aseguró que funcionarios de las prefecturas y del Comité Cívico «recurrieron a la violencia» para obligar a la gente a sumarse al paro, denuncia compartida por grupos sociales y sindicatos.

La víspera, alrededor de 5.000 campesinos e indígenas se manifestaron por las calles de Sucre en defensa de la Asamblea Constituyente -suspendida la semana pasada-, en apoyo al presidente, Evo Morales, y en favor del diálogo para solucionar la cuestión de la capitalidad plena en base al diálogo.

Medidas «radicales»

Por otro lado, Evo Morales anunció que tomará «decisiones radicales» contra determinados embajadores extranjeros, después de que su vicepresidente, Álvaro García Linera, criticara que la legación diplomática de EEUU apoya económicamente a los grupos de la oposición.