«Los objetivos sólo se consiguen con trabajo y humildad»
JUGADOR DEL EIBAR
Ander Alaña estrenará el sábado su capitanía en Ipurua. Sólo tiene 26 años, pero ya es el más veterano de un Eibar con el que ha vivido de todo en estos últimos cuatro años. Desde el infierno de las lesiones y el descenso hasta la alegría del regreso a Segunda A. Quizá por eso, ahora «sólo» pide un año tranquilo, en el que los azulgranas puedan empezar a consolidarse de nuevo en la categoría.
Amaia U. LASAGABASTER |
En un Eibar repleto de caras nuevas, la voz de la experiencia recae en un jugador de tan sólo 26 años. Ander Alaña recibe el testigo de la capitanía en el conjunto armero y, con él, la responsabilidad de hacer equipo, el secreto de los éxitos azulgranas.
De vuelta en Segunda División y como capitán del equipo. Una bonita manera de comenzar la temporada.
Sí, todo lo hace un poco especial. Después de haber descendido poder ascender en un solo año, ya la quinta temporada, el jugador más veterano, aunque lo de la capitanía creo que es una mera anécdota... Pero sí, en parte sí que se puede decir que es un año especial.
Será una anécdota, pero algo conllevará la capitanía, sobre todo con tanta gente nueva.
No sólo yo, entre los jugadores veteranos tenemos que inculcar a la gente lo que significa este club y entre todos intentar agruparnos lo antes posible, ser un equipo, que es lo que nos hace fuertes.
Acabó contrato en junio. Usted quería quedarse y el club quería que se quedase pero la cosa se alargó bastante. ¿Qué pasó?
La verdad es que nada raro, pero después del ascenso estuvimos prácticamente una semana celebrándolo y después Javi Pérez se marchó de vacaciones, y entre una cosa y la otra, se alargó quince días. Pero en cuanto volvió Javi nos sentamos y bastaron dos reuniones, una para hablar y la otra para firmar. Así que en realidad no costó nada llegar a un acuerdo.
Se habló de ofertas, de otros equipos interesados, pero apostó por el Eibar. ¿Por qué?
Porque estoy muy a gusto. Aquí se me ha tratado muy bien, me he sentido muy querido y sobre todo cuando he estado jodido de verdad, cuando he estado lesionado mucho tiempo, la gente me ha tratado muy bien y eso se agradece muchísimo. También es muy importante para mí estar en casa y a la hora de analizarlo, todo eso se valora por encima de otro tipo de cuestiones.
Habla de las lesiones y lo cierto es que han sido cuatro temporadas muy intensas, tanto en lo personal como en lo colectivo, para bien y para mal.
Sí, realmente nos ha pasado de todo. Desde el primer año con Amorrortu que jugamos la eliminatoria de Copa con el Madrid, el segundo año casi ascendemos a Primera, luego el descenso, este año pasado el ascenso..., ha pasado de todo. Esperemos que este año no sea tan movido, nos «conformamos» con que se cumplan los objetivos del equipo.
Si cambiamos el pasado por el futuro, ¿qué ve Ander Alaña?
Que llegamos a los 50 puntos en la clasificación final. El objetivo primordial que tenemos que tener esta temporada es que el Eibar se mantenga en Segunda, somos un equipo recién ascendido y tenemos que tratar de consolidarnos otra vez en la categoría. Si se nos da una temporada muy biena y llegamos a los 50 puntos pronto, ya miraremos otros objetivos, pero ahora mismo hay que pensar sólo en ese. A nivel personal, que me respeten las lesiones y que pueda tener continuidad.
Cuando se descendió, se hablaba de la «herencia negativa» del año de Mendilibar, de los problemas que había creado un posible exceso de autoestima. ¿Se corre ahora el mismo peligro después de otra temporada espectacular, aunque haya sido en una categoría más baja?
Yo creo que no, creo que la lección está muy aprendida desde entonces. Hace dos años estábamos un poco más crecidos de lo normal y lo pagamos. Después de una gran temporada se hicieron buenos fichajes, se trajo a gente contrastada y creo que el listón se puso demasiado alto. No supimos, no sólo los jugadores, todos, no supimos asumir que había que tener los pies en el suelo, que había que pelear por lo que había que pelear. Pero la lección está aprendida y el descenso a Segunda B es todavía demasiado reciente como para olvidarlo tan rápido.
Muchos de sus nuevos compañeros en el Eibar no han podido aprender esa lección, al menos aquí. Es el hándicap de todas las temporadas, en primer lugar acertar con los fichajes y después conseguir que se conviertan en un equipo.
Siempre ha sido así desde que llegué a este equipo. Es mi quinta temporada y la cuarta de Manel pero del resto de jugadores de la plantilla, los que más tiempo llevan llegaron la pasada temporada. Pero si la gente sabe a dónde viene y sabe lo que es este club y lo que supone, con trabajo y humildad se pueden conseguir los objetivos. Volvemos a tener un equipo con gente joven, gente veterana, gente con calidad y, sobre todo, gente con ganas de trabajar y de hacerse un hueco en esta categoría. Y ése es el punto a favor que tenemos.
Un partido no parece suficiente para extraer conclusiones, pero el de A Malata ha dejado bastante satisfechos a los azulgranas, que sumaron su primer punto de la temporada.
¿Con qué impresión volvieron?
Creo que hicimos un primer tiempo bueno, en el que supimos controlar al rival en todo momento, hicimos ocasiones... En el segundo tiempo acusamos un poco que ellos nos achucharon, el tema físico, el calor, que era el primer partido... Pero yo creo que la imagen fue buena y que hay que seguir en esa línea.
Y esta semana derbi. En el entorno hay mucha expectación, no sé si también en el equipo.
Es un partido especial, es la primera vez que nos enfrentamos en Liga. Pero nosotros nos lo tenemos que tomar como un partido más, como tres puntos importantes porque son los tres primeros en casa y porque nos pueden acercar un poco más a los 50.
¿Qué partido podemos esperar?
Uno muy peleado. Los dos nos conocemos y sabemos que va a ser complicado, un partido de lucha, de pelea y de entrega. Y si le podemos poner un poquito de calidad, mejor.
El Eibar es ahora mismo el mejor equipo de Gipuzkoa, aunque sea por un punto. ¿Va a durar mucho o es de los que ve a la Real peleando por el ascenso?
Tiene una grandísima plantilla, con gente de mucha calidad, gente que ha demostrado mucho nivel en Primera. Lo que pasa es que es muy difícil bajar y acoplarse a la nueva categoría. Pero en cuanto coja el ritmo de Segunda va a estar peleando por el ascenso, seguro.