CRÓNICA Crisis financiera
Hogares y empresas sufren por la elevada deuda que acumulan
as autoridades monetarias y políticas tratan de ocultar la crisis financiera.La economía doméstica está sobreendeudada y las empresas apostaron por compras sin importarles la deuda, porque el precio del dinero estaba barato. Hay riesgo, dice la CNMV. El sistema financiero, que alimenta sólo a unos pocos, se tambalea. pero entre ellos se socorren. L
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, advirtió a finales de julio del riesgo que corre la economía con los sofisticados instrumentos financieros existentes en el mercado. Para él, la situación «no es sostenible» y pronosticó «consecuencias entre aquellos que han acumulado un alto endeudamiento, sean empresas o familias». Así está ocurriendo. La Comisión Europea no cree que tendrá un impacto en la economía. Se trata, sin duda, de no alimentar el pánico financiero.
A pesar de que los organismos oficiales están protegiendo y ayudando, en este momento, a los especuladores, la crisis financiera hunde sus raíces. Algunos analistas anticipan que sólo estamos viendo la parte alta del iceberg, pero llama la atención que las autoridades monetarias hayan salido con tanta rapidez sólo en defensa de los especuladores. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke, remitió una carta al senador Charles Schumer -como reproduce «The Wall Street Journal»- en la que transmite «calma», ya que está dispuesto a actuar para «combatir las turbulencias financieras». Quiere ahuyentar la crisis en pleno proceso electoral estadounidense.
Ayer inyectó, siguiendo su mensaje, otros 7.340 millones al sistema financiero, por lo que ya sobrepasan los 105.000 millones puestos en circulación en veinte días. No todo el mundo considera que esa manera artificial de ofrecer liquidez al mercado financiero sea la solución. Adrian Blundell-Wignall, subdirector de la OCDE, avanzó en una conferencia ante empresarios franceses que espera que la Fed «no comience a aliviar en forma masiva la política monetaria para salir de este problema». Sin embargo, así lo está haciendo, por lo que destacó que «el tamaño de la burbuja seguirá creciendo. Cuando finalmente tengamos que enfrentarla, será un problema mayor», precisó.
No hay que olvidar que el Banco Central Europeo (BCE) inyectó más de 211.000 millones en los primeros catorce días. La Confederación Europea de Sindicatos (CES) reclama a Jean-Claude Trichet, presidente del BCE una actuación en beneficio de la economía doméstica y no entre quienes «defienden un capitalismo de casino». Reiner Hoffman, secretario general agregado de la CES, exige que reduzca los tipos de interés «para mantener el crecimiento y conservar las buenas perspectivas para el empleo».
Ayer se conoció que la deuda de las familias del Estado español supone ya el 115% de los ingresos. Están endeudadas por encima de sus posibilidades y, para agravar ese hecho, el euribor cerrará agosto con la vigesimotercera subida mensual consecutiva, por encima del 4,66%, lo que encarece en otros 90 euros mensuales las hipotecas.
Las empresas tampoco están lejos de esta situación porque para llevar adelante las inversiones y adquisiciones se han endeudado «elevando el riesgo». Al cierre de 2006, la deuda asciende a 266.198 millones, supone un incremento del 59% respecto a 2005 y duplica el existente cinco años antes. Sólo las empresas del sector de la Construcción y el Inmobiliario deben 111.000 millones, la cantidad más alta de todas.
La crisis financiera afecta a los fondos de alto riesgo, conocidos como «hedge funds», que cuentan con un patrimonio calculado de 1,67 billones de dólares. Obtienen mayor rentabilidad a base de especulación. La pérdida de valor de los bonos que ponían en circulación ha llamado a los inversores a un reembolso masivo, que ha dejado al mercado sin liquidez. De ahí que para evitar que estalle la burbuja financiera, los bancos centrales han salido a socorrer a los especuladores. Los datos del Institute for Policy Studies (IPS) indican que un gestor de estos fondos de alto riesgo obtiene en diez minutos el mismo salario que un trabajador durante todo el año. Casi nada.
Juanjo BASTERRA