La OSE, bajo la batuta de Andrei Boreyko, comenzará su actuación de hoy en el Victoria Eugenia atacando «Le tombeau de Couperin», de Ravel. Tras esta pieza, la orquesta, con Frédérique Cambreling como solista, rendirá tributo a Nicanor Zabaleta con la interpretación de «Concerto capriccio para arpa y orquesta», obra que compuso Xavier Montsalvatge en 1975 expresamente para el artista vasco y que éste estrenó en la Quincena de Donostia.

Cambreling reconoció ayer en rueda de prensa que será la primera vez que interprete esta obra, que ha preparado específicamente para la ocasión, y destacó que es una composición «bien pensada», en el sentido de que la orquesta y el arpa se aúnan «perfectamente», al contrario que en otras ocasiones en las que este instrumento se ve «asfixiado». La arpista añadió que esta composición posee «mucho humor» y combina «una escritura neoclásica con otra de corte contemporáneo», lo que a su juicio resulta «kitsch, pero muy agradable».

«Dos cuentos de hadas»

Tras la obra de Montsalvatge, la OSE interpretará «Kikimora», de Anatole Liadov, y «El pájaro de fuego», de Igor Stravinski. Esta última obra tuvo una importancia esencial en la carrera de Stravinsky, puesto que fue el primer encargo que recibió de Diaghilev para los Ballets Rusos de París y la que le consagró como uno de los compositores más destacados del momento.

En opinión de Andrei Boreyko, hay una gran conexión entre las dos piezas de Liadov y Stravinski, que calificó como «dos cuentos de hadas». El director de San Petersburgo explicó que la obra «El pájaro de fuego» fue encargada a Liadov, quien fue demasiado «perezoso», por lo que su alumno fue quien llevó la composición a término.

Boreyko destacó que el programa previsto para hoy transmite «un mensaje de belleza por la tierra que seguro que el público sabrá disfrutar».

Por su parte, el director general de la Orquesta de Euskadi, Iñigo Alberdi, afirmó que el concierto de hoy es muy importante para su formación, puesto que supone un reencuentro con el Victoria Eugenia, recientemente recuperado, y con Zabaleta, quien hace 25 años, cuando la OSE daba sus primeros pasos, quiso contar con ella en ese mismo escenario.

Alberdi recordó que, a pesar de que Zabaleta era un artista internacional, consiguió hacer un hueco en su agenda para hacerse cargo de la OSE durante un periodo.