Escribió García Márquez que «el Coronel no tiene quien le escriba». En similar situación se encuentran Javi Casas y Joseba Garmendia en el Athletic. No sólo eso, sino que los dos canteranos se van a quedar sin dorsal y no podrán jugar esta temporada. No se trata de algo nuevo, ya que en 1996 ocurrió con Mendiguren y el año pasado sucedió lo mismo con Javi González y Solabarrieta. El caso de los últimos tuvo un enorme eco debido a la amistad que unía al de Zorrotza con determinados medios, que utilizaron este tema como arma arrojadiza en medio del fango. Ahora, Casas y Garmendia tienen todos los boletos para quedar tirados deportivamente y desamparados mediáticamente. Para un club de cantera es vergonzoso dejar a dos chavales, de 25 y 21 años respectivamente, sin poder ir siquiera convocados. Al de Sopela le han quitado el dorsal a menos de 36 horas para el final del plazo, toda una lección de gure estiloa, y al de Basauri se le juzga sin haberle visto en pretemporada. Y es que de «diferentes» algunos, tienen poquito.